jueves, octubre 26, 2006

MUERE RAFAEL RAMÍREZ HEREDIA

Del Trópico (Fragmento)
"A un lado de la bañera, la mujer, alta y carnosa, coloca los elementos necesarios: el abanico de pie, una pirámide de piñas con cáscara, tulipanes rojos y amarillos, heliconias intensas, una sandía abierta en dos, varias papayas cortadas en picos, helechos extendidos, un trío de velas con candelabros dorados, y cerca de donde ella apoyará la cabeza dentro de la tina, se encuentra, suntuosa, la cesta llena de mangos.

Cinthia toma el primero, lo palpa midiendo su madurez, lo huele e inicia el descascarado mientras canturrea alegres marchas militares, aires de variados arabescos y redobles, marchas y no boleros, esos no, esos son exclusivos del hombre joven que lleve una gabardina gris, cruzada, con adornos metálicos en el cinturón, y aparezca al inicio de la calle Madero.
Con el mango libre ya de ataduras, irrumpientes los olores y las fibras, la carne frente a los ojos, ella le hunde los dientes clavándolos con lentitud, moviendo las mandíbulas con la fuerza exacta, con el ritmo necesario de quien desea extender la mordida hasta más allá del tiempo, refugiándose en ese placer que Cinthia absorbe como primer aliento.
Deja que el jugo amarillo corra por los cachetes, manche el cuello, avance hacia los pechos gordos, blancos, cruzados de venas remarcadas, y el zumo se mezcle con el agua fría batiendo los pezones en una especie de ola, pintarrajeada apenas, que sube de color conforme la cesta de mangos va quedando vacía.
Ella tararea.
Marca los redobles de un tuba con los cachetes inflados. Lleva el compás de los tambores y clarines con los hombros.
Pela la fruta, mira el decorado y muerde.
Sorbiendo, degusta la carne jugosa. Saborea lo dulce de la pulpa. Frota su papada contra el cuello para sentir al líquido pegostroso a su carne y sigue con las marchas militares y el movimiento del agua en la tina de porcelana, mientras la tarde se derrumba en calores, afuera, en las calles del puerto".

Rafael Ramírez Heredia nació el 9 de Enero de 1942 en Tampico, Tamaulipas y falleció, a causa de un cáncer pulmonar, este 24 de Octubre.

Publicó más de 45 libros entre los que destacan El Rayo Macoy, por el que ganó el Premio Internacional “Juan Rulfo” en 1984, y La Mara, Premio del Círculo de Críticos de Arte de la República de Chile al mejor libro extranjero del año 2004 y Premio Dashiel Hammett 2005, que entrega La Semana Negra de Gijón, Asturias, España. Sus obras han sido publicadas en Estados Unidos, Honduras, Colombia, Argentina, Chile, Cuba, España, Francia, Alemania, Rusia y Bulgaria, y traducidas al alemán, francés, inglés, búlgaro y ruso. También escribió cuentos, crónicas y colaboró en numerosas revistas y periódicos mexicanos y extranjeros. Se desempeñó como profesor por más de 40 años en el Instituto Politécnico Nacional de México. Incansable viajero, aficionado a la Fiesta Brava (se jactaba de conocer casi todas las plazas de toros del mundo y de haber recibido algunas cornadas), apreciaba la amistad por encima de muchas cosas. Su última novela publicada La Esquina de los Ojos Rojos, de Editorial Alfaguara, se agotó a las cinco semanas de su aparición.

Su muerte, en plena madurez intelectual deja un vacío en el ámbito de las letras mexicanas.

“Y allí frente al toro, es donde me siento más yo que nunca, porque me cae que antes de torear me estoy muriendo de miedo, pero ya adentro, cuando de veras me estoy jugando la vida, cuando sé que antes me mata el animal de un pitonazo a que yo me haga a un lado, es entonces cuando me siento más lleno de vitalidad. Y así es la vida, como el toreo, porque uno tiene que estar dispuesto a la muerte y así entregarse a la vida”.

Fragmento de entrevista que pueden leer en su página aquí.

4 comentarios:

Aristóteles dijo...

Descanse en paz.

¡Wow! No conocía a este gran escritor. Muchas gracias por la información.

Pásate un excelente fin de semana en compañía de los tuyos.

Sovka dijo...

QUÈ FORMA DE ENTREGARSE A LA VIDA!!!!

UN ABRAZO, DESDE COAHUILA :)

Anónimo dijo...

Ayer domingo, Elpidia, ví la entrevista que Aristegui le hizo en CNN en español, a propósito del libro "La mara", donde devela ese extraño y monstruoso mundo de la pandilla más peligrosa del planeta, la MS13. Ví con sumo interés la nota, pero ni idea que estaba muerto, que era un homenaje. Muriendo un escritor, un artista, la humanidad muere un poco. Abrazo.

Anónimo dijo...

el dia de mañana (29/11/06) se rendira homenaje a Rafael Ramirez Heredia en un teatro de la sogem en coyoacan, d.f. a partir de las 19:00hrs, sera un gusto que nos acompañen a disfrutar de sus letras.
Omar Gonzalez
Taller de Narrativa Rafael Ramirez Heredia