jueves, abril 27, 2006

SE BUSCA AL AUTOR DE: ¿MATE?

De vez en cuando una se topa con un texto que le encanta; inolvidable. Yo me encontré con este que habla sobre los felices aportes del mate, una bebida (¿argentina o paraguaya?) que, por otra parte jamás he bebido, pero que después de leer este texto, no me resisto a querer probarlo. La primera vez que lo leí en un blog, no estaba el nombre del autor, por lo que copié el escrito para conservarlo y me propuse indagar sobre el creador de esta bonita historia. Entonces escribí las primeras líneas del texto en el buscador de Google y me encontré con cientos de referencias al mismo, lo que confirma que gustó tanto que anda circulando por el cíberespacio como si se tratara de una obra clásica. Curiosamente, descubrí que cuando menos los primeros 20 enlaces que leí, copiaron el texto en sus páginas y se lo atribuyeron ¡como de su autoría! O cuando menos no dijeron – salvo honrosas excepciones – que desconocían el autor. Algunos, a las palabras de felicitación de sus amigos por tan buen post hasta se atrevieron a dar las gracias sin recato. Con esto lanzo un amable recordatorio para que hagamos un compromiso – yo misma he caído en la descortesía – para mencionar a los autores de cualquier cosa que agreguemos a nuestras páginas que no sea creación propia; si no los conocemos, indicarlo de ese modo en el post. Y a quien conozca al autor de este lindo relato sobre el mate, por favor darlo a conocer. Mis últimas pesquisas me inclinaron a pensar que es de Hernán Casciari, argentino, dueño del blog Mujer Gorda, pero no tengo certeza plena.

Hola, Mate?

El mate no es una bebida, corazones de otro barrio. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás sola. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "hola" y la segunda "¿unos mates?". Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos. Los buenos y los hijos de puta.Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: ¿Dulce o amargo? El otro responde: -Como tomes vos.Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno.Por adentro hay revoluciones. El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...

Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena, la charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y viceversa.
Es la sinceridad para decir: basta, cambiá la yerba!
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, ¿está caliente, no?
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.
Ahora vos sabes, un mate no es sólo un mate...
Calentás el agua??


domingo, abril 23, 2006

ZAPATOS INOLVIDABLES

Zapatos raíces - Chema Madoz
Las sandalias blancas aparecieron después de haberlas buscado muchos días. Estaban allí, como palomas muertas asomando la cabeza entre la arena del desierto. No eran unas sandalias muy bonitas, eran de esas del montón, de charol y con tacón bajo, y con un broche simple para ajustar la correa en un lado. Si no hubiera sido por el brillo que habían perdido por los días bajo el sol, serían unas sandalias promedio, como esas muchachas que no son ni tan feas ni tan hermosas, pero que tienen un no sé qué. Verlas así tan abandonadas y solas, hacía que quien las conociera, nunca apartara su imagen de la memoria. Cuando las encontraron, estaban separadas entre ellas; tenían los tacones hacia arriba y las puntas medio hundidas en la arena. Su color lechoso hacía que los pies oscuros e inertes de quien las calzaba resaltaran aun más. Esas sandalias se hicieron famosas en el mundo cuando su foto, incluidos sus pies recortados contra el ocre de la arena, circuló por el mundo. ¿Quién lo iba a decir? ¡Unas sandalias tan poco favorecidas como ésas! Otros cientos de zapatos de mujer, quién sabe si por envidia de las sandalias blancas, o vaya usted a saber por qué, empezaron a aparecer después en el desierto y nadie puede saberlo pero hay quien cree a pie juntillas que los zapatos se libraron de sus dueñas para salir en la foto. Si no fuera así, entonces habría que pensar que anda un asesino suelto.

lunes, abril 17, 2006

LAS MORDIDAS DE LA MISERIA

Cuando llega el jueves, los trabajadores ya casi no traen dinero en los bolsillos. Acaso queda lo suficiente para el autobús del viernes, que es cuando pagan en las maquilas. Por eso Adriana esa mañana esculcó bien el fondo de su bolso hasta encontrar los cuatro pesos del pasaje en monedas de diez y hasta de cinco centavos. Subió al autobús y miró por la ventanilla que las luces de casi todas las casas de la colonia de trabajadores estaban encendidas; imaginó a sus moradores preparándose aprisa para salir a alcanzar el siguiente autobús de las cinco de la mañana. El viento fresco de la madrugada que se colaba por las ventanillas le caló hasta los huesos, y se acurrucó en el asiento contra la pared metálica del camión. Cerró los ojos para dormitar un poco en el trayecto, pero no pudo. Seguía pensando que el pago que recibiría al mediodía ya estaba comprometido hasta el último centavo, entonces la siguiente sería una semana más de estrecheces, y la siguiente también, y así sería siempre por más duro que trabajara.
Todos los pasajeros van como pensativos y serios, acabados como están de salir del sueño, o tristes de desesperanza. El chofer parece que está de mal humor, pues no contesta cuando le dan los buenos días. Cuando para el autobús en la maquila de Adriana, varios trabajadores se levantan al mismo tiempo que ella. Adriana, que va atrás, sale al final y antes de bajar, entrega su puñado de moneditas al chofer que hace una mueca de disgusto cuando las toma. Cuando baja el último peldaño, el chofer le avienta las monedas lanzando una maldición. Ella se fue llorando porque sintió que esas monedas arrojadas con desprecio, le gritaban en la cara su miseria frente al mundo.

jueves, abril 13, 2006

TARAHUMARAS: EXTRAÑOS EN SU TIERRA

Un comentario de Anastasia relacionado al tema de lo emigrantes, me dejó reflexionando. Sobre todo por el hecho de que aun en nuestros propios países excluimos a algunos grupos minoritarios como por ejemplo los indígenas, y los tratamos como extraños en su propia tierra. Por eso voy a referirme a los indígenas del estado mexicano de Chihuahua, desde donde escribo en este blog, para hacer un recordatorio de las enormes grietas que todavía nos falta resanar antes de gritar consignas pro-amnistía o antes de exaltarnos por el trato dado a nuestros connacionales en un país extranjero.

La palabra Rarámuri significa "Los de los Pies Ligeros", o "Pies que Vuelan", y se sabe que los Tarahumaras se caracterizan por ser excelentes corredores. Pies que Vuelan es un nombre que hace honor a la increíble habilidad que adquirieron a través de cientos de años en su tradicional carrera de bola o rarajápari, en la que se hacen competencias para correr unos 200 Km - que pueden durar hasta 2 días - tras una bola hecha de raíces de encino. Los Tarahumaras o Rarámuris (Tarahumara es la palabra castellanizada de Rarámuri, al entenderla o pronunciarla mal los primeros españoles que llegaron a Chihuahua en el siglo XVI) son una comunidad indígena que vive al Suroeste del Estado de Chihuahua en la Sierra Tarahumara en un área de unos 50 Km cuadrados a 2000-3000 m sobre el nivel del mar y con profundas barrancas de hasta 500 m sobre el nivel del mar.
De acuerdo a vestigios encontrados en la Sierra Tarahumara, los primeros pobladores en ese lugar datan de hace 15,000 años, pero no fue sino hasta 1606 que los españoles tuvieron contacto con este grupo indígena. De los 70,000 indios rarámuris en 1990, unos 10,000 son monolingües y basan su economía en la agricultura, el pastoreo, la caza y la recolección, además de complementarla con la venta de artesanías.
Según una leyenda de sus antiguos pobladores, el mundo fue creado por Rayenari -dios sol- y Metzakka - diosa luna -. Rayenari fue quien les dio vida y los chabochi (los blancos) el diablo.
Su lengua es dulce y se expresan de manera poética, por ejemplo al saludarse: "Te saludo con la paloma que gorjea, te deseo salud y felicidad con los tuyos"
Su indumentaria, costumbres y tradiciones no han cambiado mucho con el tiempo, pues los tarahumaras, tal vez por el inhóspito lugar donde siempre han vivido, se han resistido a adaptarse o incorporarse a la sociedad moderna, lo que los hace más vulnerables a la marginación y el aislamiento. A pesar de que el gobierno pregona su apoyo a esta y otras comunidades indígenas en el país, los indios Tarahumara aun viven en condiciones paupérrimas, sin electricidad, agua potable, hospitales ni escuelas suficientes. La instalación de algunas fábricas textiles ha fracasado, pues no hubo programas efectivos para comprar las mercancías que las mujeres tarahumaras confeccionaban. Debido a ello, y los efectos adversos en la agricultura por las sequías, los tarahumaras cada vez más son forzados a emigrar de su increíble montaña para pedir Kórima o limosna, sorteando los coches de las ciudades del estado de Chihuahua. Además, son presa de enfermedades propias de la miseria.

¿Acaso no tenemos nuestros propios "emigrantes" de los cuales ocuparnos con urgencia?

miércoles, abril 12, 2006

MARÍA Y LA PASIÓN


Danae - Rembrandt

El humo asciende en una línea fina y recta en la penumbra de la habitación. Un ascua naranja brilla más tras cada chupada lenta de María. Ella mira la oscuridad del techo y el que está a su lado duerme después de una breve y agitada pasión. A María sólo se le acicatearon las ganas, y una vez más desenreda sus quejas que con el tiempo ha ido enrollando en una madeja de deseos sin saciar.

Así son todos los muchachos. ¡Qué van a saber de gozar en la cama! Apenas cruzan por esa puerta y ya están a punto. Ponen a trabajar la cabeza antes de tiempo y no saben que el amor es de a poquito a poco, como una medicina que para curar tiene que darse a cucharaditas, sin atrabancarse, sin querer llegar al final. Ni siquiera los de más experiencia han llegado a calentar mis sábanas.

Mario despierta con una sonrisa pero también con el apuro de largarse cuanto antes y salta de la cama con agilidad de gato para encender la luz. María admira otra vez el cuerpo tenso y elástico, la piel lustrosa de su juventud. Mario se viste con rapidez sin siquiera mirarla.

¡Qué, doña Mary! ¿No tendrá una cervecita por ahí para calmar la sed?

En el refrigerador. Puedes llevártela si quieres.

La mira sin mirarla sonriendo, contento de haber satisfecho sus impulsos.

Bueno, pues…gracias por todo, ah! y por la cerveza.

¿No te quedas a platicar un rato cuando menos?

No, es que tengo que irme porque voy con los amigos de la vecindad. Vamos a ir a ver un carro que quiero comprar. Hasta luego.

Adiós.

Los surcos del rostro moreno de María como anillos en el corazón de un árbol, delatan más de cinco décadas, pero aun quedan vestigios de sensualidad en sus formas rotundas. El marido la dejó con el ansia a medias al tercer hijo. Entonces entretuvo las ganas mientras criaba a los hijos pero cuando se fueron y la dejaron sola, la empezaron a atosigar otra vez. A través de la cortina descorrida de su ventana, los muchachos del vecindario la descubrieron una noche tratando de mitigar su deseo. La puerta estaba sin llave y uno se atrevió a pasar a ayudarla un poco, luego aceptó una cerveza a cambio de colmar esa sed vieja y rancia y al cabo María es una mujer, vieja, pero al fin mujer, ganosa y dispuesta, y con cervezas en el refrigerador.

El atrevimiento se hizo costumbre y un murmureo acompañado de acalladas risas infestó los espacios de aquella vecindad miserable de muchos inquilinos, azotados de hambre y desesperanza.

Así fueron animándose cada noche uno y luego otro, y otro, y otro. Llegaban agazapados bajo la oscuridad cuando creían que ya todos dormían e impacientes, tocaban muy quedo la puerta de María, que abría sin encender la luz. No tardaron las mujeres en empezar a cuchichear al verla pasar por el patio común.

Mírala. Ahí viene con sus cervezas la vieja descarada. Le debería dar vergüenza a su edad… Dicen que se las ofrece para que se acuesten con ella.

Y con esos muchachos tan jóvenes. La deberían meter a la cárcel por corruptora de menores o se debería de conseguir un viejo como ella.

Dicen que casi todos ya han dormido con la vieja esa. ¡Si está más vieja que yo!

Deberíamos de correrla, ¡aquí no queremos prostitutas!

María mantiene la cabeza erguida mientras pasa frente a las vecinas sin mirarlas, que hablaban en voz alta para que las escucharan. Ya en su casa, se derrumba en una silla y enciende un cigarro mientras reprime las lágrimas, luego cuelga la mirada en una pared, por ponerla en algún lado.

¡Viejas chismosas! Si pudieran entenderlo. Yo nací así y no saben lo que yo he sufrido por ello. Por eso se me fue el marido, porque “quesque estaba enferma”, me decía. “No es normal que siempre quieras cama”. Tampoco él me entendió nunca. Me moriré y nadie me habrá entendido nunca. Si los muchachos me buscan es porque todavía me ven guapa pero dentro de poco, nadie se me acercará y ojalá entonces yo ya no piense en eso. Yo soy la más interesada en ello. Ni siquiera ellos con su juventud me llenan. No tengo de ellos un beso de amor, ni una caricia linda. Llegan, y en diez minutos se largan riendo divertidos, como si hubieran hecho una travesura y luego van y se lo cuentan a todos. Y yo me quedo igual que antes, con este fuego como brasa de carbón que nunca se apaga.

María no puede más y al fin abre la llave de su aflicción para llorar.

No mucho después, el dueño de la vecindad le pide a María que abandone el departamento. Al día siguiente, mientras María y sus pocas pertenencias se disponían a marcharse, los muchachos apiñados en un rincón del patio, la miraban con disimulo y a veces dejaban escapar sus risillas insidiosas, ridículas reminiscencias de la pequeña orilla que tocaron en ese mar de pasión de María.

domingo, abril 09, 2006

EL EMIGRANTE


El Emigrante - José Malhoa (Portugal) 1855-1933

Una muda de ropa en la mochila basta como equipaje porque es menester aligerar el paso, correr si es preciso, huir si es necesario. Los zapatos suelen ser importantes: que aguanten todos los caminos y que soporten el andar de muchos meses. Lleva el corazón transido y una meta que trazó en el alma cuando la entraña seca de la tierra como matriz de vieja, dejó de dar hijos y los esqueletos de los animales se perfilaron debajo de sus cueros. Antes de irse, su mirada abrazó largamente la de su padre anciano que ganó una arruga por cada vez que se inclinó en los surcos. Limpió luego las lágrimas de las mujeres y los niños y salió de su tierra como Lot, sin volver la vista atrás. Al alejarse, sintió languidecer las bendiciones a su espalda hasta que se volvieron cantos lejanos de cigarras.

miércoles, abril 05, 2006

UN DÍA SIN HISPANOS


Mural La Nueva Democracia del chihuahuense David Alfaro Siqueiros 1944-45

El 1º de mayo, los inmigrantes en Estados Unidos están convocando a que nos solidaricemos con una medida de protesta y presión que han dado en llamar "Un Día Sin Mexicanos", como el título de la popular película. Esta protesta consiste en que todos los inmigrantes hispanos no asistirán a trabajar en Estados Unidos y han solicitado que los mexicanos que vivimos en México los apoyemos no adquiriendo productos norteamericanos, ni consumiendo productos en franquicias de origen estadounidense como Dunkin Donuts, Mc Donalds, Burguer King, Wendy´s, Starbucks, Sears, Crispy Cream, Walmart, Seven-Eleven y otras...de la interminable lista de empresas. Los inmigrantes en ese país y políticos norteamericanos que los apoyan, han hecho ya gigantescas manifestaciones históricas repudiando la Ley Sensen-Brenner también llamada HR4437 próxima a aprobarse en el Congreso Norteamericano. Ellos están luchando porque además se reconozca su derecho al trabajo, a la educación de sus hijos y a servicios médicos en ese país y están llamando la atención del gobierno. Ciertamente se harán notar por su ausencia el primero de mayo, cuando 11 millones de mexicanos, más el resto de la comunidad hispana que se les unan, resalten la importancia de de su fuerza trabajadora.

Aunque es difícil que la medida aquí en México tenga un impacto importante en su lucha, lo menos que podemos hacer es atender a su llamado. Una gran parte de las familias en México de los inmigrantes, vive gracias al esfuerzo del trabajo de esos hombres y mujeres a quienes se quiere criminalizar con la Ley Sensen-Brenner por el solo hecho de trabajar en ese país.

martes, abril 04, 2006

LA ENTREVISTA



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Mientras esperaba de pie a que lo entrevistaran, Julio observó el ajetreo en las oficinas. Todos los que pasaban por allí parecían apurados y nerviosos. En la pared contigua a la sala de juntas, la fotografía de un extranjero con el pelo blanco y traje oscuro sonreía con beneplácito. Gráficas de colores con el desempeño de la empresa en todos los aspectos, llenaban la pared. Una secretaria se acercó a para decirle que en pocos minutos lo entrevistarían y lo invitó a pasar a tomar asiento en la sala de juntas. Julio se quedó solo frente a una mesa grande de mármol blanco. Más gráficas en las paredes y lemas de compromiso a la calidad. Comprobó que su camisa permanecía impecablemente blanca y con cuidado abrió su libreta con forro de piel y sacó su pluma más cara para causar la mejor impresión. Cuatro personas entraron en ese momento a la sala y eso lo sorprendió. Esperaba ser entrevistado sólo por el Gerente de Ingeniería. La entrevista comenzó.

- Buenas tardes Julio. Te presento a los gerentes de Manufactura, Calidad, y Relaciones Humanas.

- Mucho gusto a todos.

- Hemos revisado tu currículum y nos entusiasma la posibilidad de contratar a un Ingeniero Electromecánico que se graduó con titulación automática, con maestría en Electrónica, que cuenta con varios postgrados, que es bilingüe, y que además ha viajado con frecuencia a Estados Unidos a visitar clientes y proveedores. Quisimos ahorrar tiempo y entrevistarte todos juntos en lugar de hacerte perder tiempo valioso en varias entrevistas. Creemos que eres un candidato potencial para el puesto vacante de Ingeniero de Procesos. Cada uno de los gerentes aquí presentes te haremos preguntas relacionadas con los puntos que consideramos importantes para tu desempeño en el puesto. Empezaremos por el gerente de Manufactura. Adelante José Luis.

- Me gustaría conocer tu opinión sobre la implementación del MRP y de SAP en una empresa de producción de alto volumen y cuáles consideras sus beneficios y desventajas. Luego me gustaría saber cómo ayudarías en tu posición a reducir los costos en retrabajo y desperdicio.

Julio dio una amplia y detallada explicación de los sistemas y desarrolló su teoría para acabar con el desperdicio mientras sentía cuatro pares de ojos escudriñarlo por todos los ángulos. Cuando terminó, no supo cómo interpretar las sonrisas de algunos.

- Bien Julio, ahora quisiera entrevistarte yo. Como sabes, estoy a cargo del departamento de Ingeniería y el ingeniero que se contrate tendrá que reportar conmigo. Cuál es tu experiencia en Manufactura Esbelta, Kanban, JIT, FMEA’s, TPM, VSM, DOE, PLC, máquinas CP, GSM, IP y Ensamble WDM.

Julio sabía que le preguntarían eso, había trabajado en varias empresas y asistido a innumberables cursos de capacitación en la mayoría de esos sistemas, así que se lució en su exposición de la que quedó satisfecho.

- ¡Vaya! Parece que tienes una gran experiencia y eso es lo que necesita esta empresa, ingenieros bien capacitados para lograr superar los retos que se nos presentan, estoy impresionado. Me parece que ahora es el turno del gerente de Calidad. ¿Mario?

- En esta empresa la calidad es crucial, por eso me gustaría conocer tu nivel de conocimientos y experiencia en ISO 9000:2000, ISO 14000, TS 16949, SPC, GR&R, Six SIGMA, POKA YOKES, TQM, PPAP, MSA, APQP’s y además, quisiera que nos cuentes qué método usarías para iniciar un programa de mejora continua.

Habían pasado ya tres horas y media. Julio hizo un gran esfuerzo por abarcar de la mejor manera posible los temas que le solicitaron. Era un ingeniero a quien le gustaba su trabajo y logró convencer a los gerentes de que era más que capaz, pero conforme transcurría el interrogatorio y la boca se le secaba, sentía que las miradas y las preguntas aumentaban de intensidad y complejidad, como los torturadores que pierden la cordura a cada golpe que dan. Las últimas preguntas fueron de la Gerente de Relaciones Humanas.

- Puesto que tendrás unos treinta trabajadores a tu cargo si te elegimos para el puesto, estoy interesada en conocer ¿cómo planeas proceder con el personal que no logra el rendimiento esperado y con aquellos que son conflictivos? También, ya que nuestra empresa está en proceso de crecimiento, tal vez sea necesario que trabajes más allá de tu horario normal, que te llamemos para pedirte que vengas a cualquier hora que surja un problema, y que te presentes a trabajar todos los sábados. Necesitamos conocer tu punto de vista al respecto. Ah! Y olvidaba, ¿cuál es el salario que esperas?

Con sinceridad, Julio responde a las preguntas de Mary. Explicó que le gusta el diálogo con los empleados en lugar de los castigos, y manifestó que preferiría no tener que ir los fines de semana ya que se dedicaba a actividades personales que consideraba muy importantes y que esperaba un salario a la altura de su capacidad y experiencia, cuando menos igual al que le pagaban en su último trabajo. Cuando salió de allí, el sudor le había manchado la camisa blanca. Los gerentes se quedaron en la sala y decidieron no contratarlo porque no le podían pagar ni la mitad de lo que pedía, y porque en su opinión, se veía muy “blandito” para dirigir a los trabajadores. Pero sobre todo, porque no estaba dispuesto a sacrificar a la familia por la empresa.

Julio tuvo pesadillas esa noche. Amarrado a una silla, era atormentado para explicara el significado de miles de siglas que desfilaban frente a él.

lunes, abril 03, 2006

EXPIACIÓN

(Dedicada a mi mamá, quien me dio esta historia)

Entre Pablo y su hermano amarraron a Valentín a una estaca de la cerca y a cada carcajada de Pablo, le daban manotazos en la cara y le tiraban balazos cerca de los pies para asustarlo. Por accidente o adrede, una bala le rozó un hombro. Allí fue cuando le dio un ataque epiléptico del puro miedo. Con todo y eso, Pablo se burlaba más y le advertía:

- ¡Eso es para que no se te vuelva a ocurrir dejar a tus animales comer lo ajeno¡

Cuando se cansaron de aterrorizar al muchacho, lo dejaron ahí y se fueron riendo. No fue sino hasta muchas horas más tarde que Marcial, preocupado por la tardanza de Valentín, lo fue a buscar y lo encontró atado, sangrando, medio desmayado por el ataque epiléptico y llorando. Su única culpa había sido quedarse dormido cerca del maizal de los Armendáriz cuando pastoreaba el rebaño de chivas, que viéndose libres, se metieron al sembradío y se comieron lo que pudieron hasta que llegaron Pablo y su hermano. Una falta que ocurría seguido en el rancho, pero que se zanjaba entre las partes involucradas sin consecuencias.

Valentín era el hermano consentido de Marcial Quintero. Los ataques que le daban con frecuencia desde que nació, lo mantenían siempre débil y ausente. Marcial lo protegía y mimaba como si así pudiera evitar las secuelas de su enfermedad, por eso cuando lo encontró en esas condiciones amarrado al palo de la cerca sintió el rencor como dentellada y el odio se le enraizó en el alma. Esa misma tarde Marcial fue a denunciar a los hermanos Armendáriz a la comisaría del pueblo.

Toda la gente en El Porvenir sabía de la fama de Pablo Armendáriz. Se reía y burlaba de todos a la menor provocación con sus carcajadas hirientes y agudas como navajazos y tenía la sonrisa insolente de los que se sienten superiores. El que tenía tratos con él debía soportar siempre el feroz brillo de su mirada desconfiada y sus insultos burlones. Los vecinos se alegraron cuando supieron que recibió un citatorio para presentarse a declarar por las vejaciones a Valentín, al fin alguien le iba a parar el alto a sus abusos y maldades.

La última vez que lo vieron fue en la vereda del rancho El Porvenir rumbo al pueblo de Villa López donde estaba la Comisaría de la Policía. Iba en su caballo y estaba desarmado. En sentido contrario de la vereda iban Marcial y Valentín Quintero en su pequeña camioneta. Cuando Marcial vio a Pablo, una mancha de ira roja ascendió de súbito por las piernas, le recorrió el cuerpo y se le agolpó en la cabeza, oscureciéndole la razón. Pisó el frenó hasta el fondo y se bajó desenfundando la pistola. Sorprendido, Pablo espoleó con furia al caballo para escapar, pero una fuerza invisible evitó que el caballo se moviera. Jaló la rienda para obligarlo a dar media vuelta y apenas logró que girara un poco, sólo lo suficiente para que la bala 45 le atravesara el cuello en diagonal por detrás. Alguien le avisó a su comadre Cuca, que vivía cerca, pero cuando llegó, Pablo Armendáriz ya estaba dando los últimos suspiros. Se santiguó y le cubrió la cara con su chal gris.