martes, octubre 27, 2009

LA CARA ESCONDIDA DE LA GLOBALIZACIÓN



Esta es una planta textil en Bangladesh denunciada como ejemplo por el National Labor Commitee en Youtube del tipo de explotación al que son sometidos los trabajadores por 11.5 centavos de dólar la hora. El video dice más que mil palabras. El National Labor Committee nos conmina a firmar una petición al National Retail Federation para incrementar el salario mínimo a 35 centavos de dólar.

miércoles, septiembre 16, 2009

MÉXICO NECESITA UN PLAN


Me gustaría celebrar un Día de la Independencia cuando en México exista un plan. Un plan que no importa que no sea perfecto, pero que esté preparado por hombres que deseen vehementemente que la independencia que se consumó un 27 de Septiembre de 1821 podamos ejercerla con libertad todos los mexicanos. A 199 años de que Miguel Hidalgo y Costilla se alzara con un puñado de indígenas y campesinos mal armados con la memorable consigna "Viva la Virgen de Guadalupe, muerte al mal gobierno, abajo los gachupines", no hemos demostrado que las decisiones que tomamos desde entonces nos permitan gobernarnos en democracia y protegiendo los derechos humanos. Los próceres que iniciaron el movimiento independentista deseaban desarrollo y prosperidad para el país y una vida digna para sus habitantes; que los mexicanos tomaran las riendas de su propio destino. Pero hemos actuado casi todos estos años como los adolescentes no sometidos ya a la autoridad de sus padres y que marchan de la casa paterna, derrochando la anhelada independencia en francachelas y resacas. ¡Cuánto toma llegar a la madrez!

La libertad, la independencia, están allí y nadie sabe cómo aprovecharlas, o a nadie importa. En 1810, los mexicanos de entonces se ampararon en su fe para abalanzarse a la lucha; hoy la usan para escudarse en su cobardía para modificar el rumbo y la “muerte al mal gobierno” sigue siendo un deseo agazapado entre una masa de cien millones de personas. El control ya no lo tiene el reino de España, como entonces, pero dependemos en materia económica de los Estados Unidos y muchos de nuestros problemas están inexorablemente ligados a las pautas del vecino gigante.

México necesita un plan. Hombres valientes que amen a su patria y la libren como aquellos conspiradores que estuvieron dispuestos a dar su vida por un México mejor.

lunes, septiembre 14, 2009

ESTA MAQUILA DICE NO A LA RATIFICACIÓN DE ARTURO CHÁVEZ



La autora de este blog se une al repudio generalizado a la ratificación en el Senado mexicano de Arturo Chávez Chávez como titular de la Procuraduría General de la República (PGR). Entre 1992 y 1999, Chávez Chávez ocupó diversos cargos en la Procuraduría General de Justicia en el Estado, incluidas la titularidad y la delegación estatal en Chihuahua de la Procuraduría General de la República (PGR). Su actuación en ese período en el que los asesinatos de mujeres siguieron ocurriendo con total impunidad dejó en claro su ineficacia como responsable constitucional y legal de investigar, perseguir y consignar a los presuntos responsables de los hechos de feminicidios ocurridos en Ciudad Juárez y no lo hizo de acuerdo con la recomendación 044/1998 emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Otras voces, como las de Los Verdes del Parlamento Europeo ; organizaciones como Nuestras Hijas de Regreso a Casa; y otras independientes, como la de la periodista Lidia Cacho están en contra de la ratificación de este nefasto servidor público y expresan en los enlaces las muchas razones por las que su nombramiento es una burla para los derechos humanos en México.
Francamente vergonzoso es además, que Felipe Calderón haya avalado el nombramiento, lo que indica una total indiferencia del ejecutivo hacia los crímenes cometidos en contra de las mujeres en esta frontera y a las claras le importan un bledo las recomendaciones de la CNDH.
Decenas de las jóvenes mujeres asesinadas en esta frontera eran trabajadoras de la maquila, como yo. Nadie habla por esta masa que todos quisieran que fuera invisible. Estoy segura que mi voz recoge el sentimiento de repulsa de todas ellas en contra de la ratificación.

jueves, septiembre 10, 2009

CRISIS Y ENFERMEDAD EN LAS MAQUILAS


Con la crisis que estamos viviendo, los problemas de los trabajadores de la maquila se multiplican.

Un problema del que se habla poco y del que conocemos pocos datos también es la relación entre la recesión económica y el aumento de las enfermedades entre las personas que menos ganan. No es que ahora los trabajadores enfermen más, sino que se cuidan menos y trabajan más tiempo. Para que les alcance el salario, buscan compensar la falta de dinero trabajando todas las horas extras que pueden arriesgando su salud. Con mayor frecuencia los trabajadores se contratan en dos empresas. Conozco compañeros con doble trabajo que luchan toda la jornada por permanecer despiertos. Cuando les pregunto cuántas horas duermen, me dicen que cuatro horas como mucho. Van seguido al baño a mojarse la cara con agua fría y he visto a otros con bolsitas con hielo pasándoselas por el cuello para intentar espantar el sueño. Con aspirinas combaten el dolor de cabeza que les provoca no dormir lo suficiente. Las empresas lo permiten y todos estos excesos necesariamente llevan a un decremento en la salud de la gente. En mi empresa abundan los ejemplos: hipertiroidismo, anemia, enfermedades gastrointestinales, migraña, diabetes, etc., son algunos de los casos de los que me entero a diario. En las mujeres el problema es mayor. Es raro que alguna quiera perder algunas horas para salir a hacerse un estudio Papanicolau o una mamografía por la pérdida que representa en el salario ya de por sí mísero. Los padecimientos hacen crisis y finalmente el trabajador se incapacita por días y hasta semanas o desarrollan problemas mayores e irreversibles. Un caso real es el de Gloria, quien aguantó semanas con hemorragias sin decir nada hasta que dejaba charcos donde se sentaba. Cuando fue al médico tuvo que internarse de emergencia en terapia intensiva casi cerca de la muerte. Le diagnosticaron una trombocitopenia autoinmune, una peligrosa enfermedad que la incapacitó por semanas y cuyas secuelas no conoce todavía. Cuando le preguntaron por qué no fue antes al médico contestó que tenía que juntar dinero para pagar la renta y si hubiera faltado al trabajo no habría podido pagarla.

Crisis económica, vacío normativo, indiferencia en las empresas y ausencia de cultura en la salud han empezado a diezmar silenciosamente a los trabajadores de la maquila.


viernes, junio 05, 2009

CAFÉ CON ADELA

Hace muchos años que no veía a Adela. Trabajamos juntas varios años en una maquiladora y éramos buenas amigas. Comíamos juntas, estábamos en el mismo departamento y me caía muy bien porque reía mucho. Además la admiraba porque a pesar de no tener a nadie de su familia en la ciudad, se esforzaba mucho por trabajar y estudiar. Dejamos de vernos hace más de veinte años creo. El novio de Adela se llamaba Esteban y él también estaba estudiando una carrera de Ingeniería cuando se conocieron, tiempo después se casaron. Hace algunos días me dejó un mensaje en mi grabadora pidiéndome que la llamara. Su voz sonaba muy triste y me dejó preocupada. La siguiente vez que hablamos por teléfono me dijo que Esteban había muerto de un infarto fulminante. ¿Esteban muerto, a los 47 años? Quedamos en vernos el domingo para tomar un café y hablar de la pérdida de su compañero.
El domingo hice un esfuerzo por levantarme temprano para tomar un café con Adela. Me había desvelado un poco y levantarme cada día de la semana a las cinco de la mañana me dejó con unas ganas tremendas de seguir en la cama. Pero Adela me estaría esperando y lo que le había pasado apenas hacía unas semanas era terrible. Necesitaba una amiga. Así que dejé a Ricardo sin desayuno ese día y me fui al Vips antes de que se levantara.
Allí estaba ya Adela con su misma sonrisa. Pasara lo que pasara, ella seguiría llevando esa máscara de alegría y optimismo. Pensé que en esa actitud estaba su fortaleza. Le di un abrazo muy fuerte sin decir nada y nos fuimos a sentar junto a la ventana donde irrumpía indolente el sol veraniego. Pedimos café. Comenzó hablando de todo un poco rehuyendo el tema de la muerte de Esteban. De los hijos, de nuestros amigos. Observé el dorso de sus manos llenas de lunares y no pude evitar compararlas con las mías. La huella de los años alrededor de sus ojos. Los estragos de la edad. Creí que lo mismo estaría pensando de mí. Pero detrás de su edad, estaba la misma Adela vitalista e incansable que conocí, allí estaba una vez más afrontando una realidad más dura que todas las demás. Me habló de Esteban por fin sin dejar que el dolor le sacara las lágrimas. En el tono de su voz advertí un enojo contra él. Por dejarla sola tan pronto supongo. Había tanto que hacer. Se desplomó así nada más, sin aviso previo, sin que nada indicara que estaba enfermo. Lo único que lo tenía enfermo era el estrés de la maquila. Demasiadas responsabilidades siempre, sin nunca tener tiempo para ella ni para él mismo. Trabajaba día y noche. El colmo era ese último trabajo como gerente de Producción. Le daba muchos dolores de cabeza pero ganaba bien aunque, ahora descubría Adela, no tenía ni el beneficio de un seguro de vida.
Esteban quería tener siempre más. ¿Y quién no? A Adela le daba sólo lo indispensable y lo demás lo ahorraba. ¿Para qué? Dijo Adela con tono de amargura. Nunca disfrutó de la vida, ni de sus hijas. Se la pasaba en el trabajo; llegaba a casa de noche y seguía trabajando. Ni dormir lo dejaban. Le llamaban a cualquier hora de la maquiladora, así estuviera durmiendo. Y Esteban se levantaba y se iba.
Pedimos otro café y me dieron ganas de desayunar algo más. Insistí para que Adela también lo hiciera. Comió sin apetito. Me dijo que no le encontraba ningún sabor a la comida. Así es cuando alguien se te muere, se te van las ganas de todo, dijo. Siguió hablando de Esteban y esta vez la voz y la mirada, hundida en un mar de interrogantes eran un mudo reproche lanzado a su recuerdo. No tenían vida en pareja, su única obsesión, su ilusión, era el trabajo en la maquila. Según Adela el asesino de Esteban fue su trabajo en la maquila. Por él dejó de amarla, dejó de reír y de llevarla al cine. De hablar quedamente en las noches abrazados en la cama. La cambió por él y un buen día la dejó sola. Sola estaba antes de que Esteban se fuera, pero la soledad sin siquiera su presencia y apoyo ahora era más aplastante.
Un buen rato después nos despedimos con un abrazo más fuerte que el de antes. Olíamos a café. Miré otra vez su tristeza encubierta por esa sonrisa inagotable alejarse por la puerta.


lunes, junio 01, 2009

AYER FUE MANUEL


"Hombres armados asesinaron a Manuel Arroyo Galván, de 44 años de edad, activista y luchador social, maestro de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) e integrante del Sistema Nacional de Investigadores, dependiente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)".

"Arroyo Galván fue fundador de la Organización Popular Independiente, con fuerte presencia en Ciudad Juárez, Centros Comunitarios y el Consejo Ciudadano de Desarrollo Social, entre otras organizaciones, y preparaba un libro sobre las movilizaciones sociales, en especial las generadas en empresas maquiladoras, informaron sus compañeros y amigos". La Jornada

Los ocho mil quinientos soldados que patrullan Ciudad Juárez no pudieron detener a los asesinos quienes le dispararon 6 tiros 9 milímetros en la cabeza el pasado viernes 29 de Mayo. La autora de este blog se suma a las voces de los universitarios y la comunidad para exigir que este homicidio, así como los cientos que ya se han perpretado en el 2009, se resuelvan con la captura y enjuiciamiento de los culpables.

Descanse en paz Manuel.

sábado, mayo 30, 2009

CALEIDOSCOPIO

Recorro a diario la ruta que lleva a mi trabajo durante treinta minutos en una Explorer color arena. Cruzo los dedos para que no se me truene una llanta. No traigo extra. Es entonces que recuerdo todos los asuntos que voy dejando de lado: además de comprar una llanta adicional, tramitar las nuevas placas; pagar el impuesto predial; ir al dentista; cambiar el nombre en el recibo del gas; obtener una nueva copia de las escrituras; ir a la notaría pública, ir a mi revisión médica y quién sabe cuántas cosas más. Espanto el “To Do List” antes de que me abrume. Como voy medio adormilada a veces ni cuenta me doy que voy a noventa kilómetros, entonces aminoro un poco y le doy sorbitos al café del termo para terminar de despertar cuando me toca algún semáforo en rojo, no vaya a ser que me estrelle. A la velocidad a la que voy sería un accidente fatal.

El noticiero matutino escupe sus novedades sobre sicarios, tiranos y dirigentes corruptos. Harta de lo mismo, apago la radio. Normalmente escucho las noticias durante el trayecto pues una vez que entre a la fábrica, la conexión con el mundo exterior no relacionado con el trabajo desaparecerá. Me concentro en conducir y en disfrutar las imágenes multicolores que cambian vertiginosas a mi paso con rara fascinación: las nubes irisadas en el paisaje del amanecer; los rostros ensimismados de los conductores aun somnolientos; caminantes preocupados por llegar a tiempo al trabajo; el vendedor de periódicos iniciando su jornada en las esquinas; la estatua de Pancho Villa en su caballo reparando proyectada contra la luz del alba; la cola de gente que ya hormiguea en el Consulado Americano desde las seis esperanzada en obtener una visa; todos aferrados a una carpeta amarilla como una pequeña tabla de salvación.

Me distrae el humo excesivo que sale del escape de un autobús. Luego volteo hacia la alfarería en el lado opuesto de la calle y veo de nuevo esas macetas azules estilo Talavera que apunté en mi lista hace mucho - si el sábado no trabajo iré a comprarlas-, me prometo.

En la misma calle me cruzaré con la corredora. La muchacha con la que me encuentro cada mañana a las seis y media y que corre por la orilla de la calle. Trae audífonos y usa pantalones cortos. Se le agitan los pechos de una forma rara porque deja los brazos muy abiertos cuando corre. Me pregunto cómo se me verían a mí en el caso dado que corriera. Cuando me queda menos para llegar dejo a un lado mi caleidoscopio y empiezo a pensar otra vez en el “To Do List”. Esta vez la lista es de asuntos de trabajo. Para darles seguimiento uso un cuaderno de notas que tiene esas palabras impresas en cada hoja. Ayuda a completar las tareas del día. Listas "TO DO", útiles para ser más eficientes y aprovechar cada minuto del día en trabajo valioso, que produzca resultados. Sé de antemano que no terminaré la lista hoy, ni tampoco mañana. La lista de cosas personales por hacer va peor todavía.

Tomo de nuevo el caleidoscopio pero la policromía no es tan radiante ya cuando veo pasar furgonetas descapotadas con soldados vestidos de verde y fusiles y gafas negras. Un helicópetro militar que vuela muy bajo ensucia con su verde el blanco de las nubes. El conjunto premoniza otro asesinato en las calles.

Al final de la avenida alcanzo a ver los colores azul y blanco de la fábrica, llegaré en un par de minutos. La lista de tareas pendientes del trabajo va llenando los espacios de mi mente con más fuerza mientras busco un lugar libre en el estacionamiento. Al bajar de la Explorer dejo mi caleidoscopio con la misma consternación que un niño al que le arrancan un juguete. Entro en la maquila y siento que me sumerjo en una dimensión gelatinosa y espesa.