jueves, septiembre 10, 2009

CRISIS Y ENFERMEDAD EN LAS MAQUILAS


Con la crisis que estamos viviendo, los problemas de los trabajadores de la maquila se multiplican.

Un problema del que se habla poco y del que conocemos pocos datos también es la relación entre la recesión económica y el aumento de las enfermedades entre las personas que menos ganan. No es que ahora los trabajadores enfermen más, sino que se cuidan menos y trabajan más tiempo. Para que les alcance el salario, buscan compensar la falta de dinero trabajando todas las horas extras que pueden arriesgando su salud. Con mayor frecuencia los trabajadores se contratan en dos empresas. Conozco compañeros con doble trabajo que luchan toda la jornada por permanecer despiertos. Cuando les pregunto cuántas horas duermen, me dicen que cuatro horas como mucho. Van seguido al baño a mojarse la cara con agua fría y he visto a otros con bolsitas con hielo pasándoselas por el cuello para intentar espantar el sueño. Con aspirinas combaten el dolor de cabeza que les provoca no dormir lo suficiente. Las empresas lo permiten y todos estos excesos necesariamente llevan a un decremento en la salud de la gente. En mi empresa abundan los ejemplos: hipertiroidismo, anemia, enfermedades gastrointestinales, migraña, diabetes, etc., son algunos de los casos de los que me entero a diario. En las mujeres el problema es mayor. Es raro que alguna quiera perder algunas horas para salir a hacerse un estudio Papanicolau o una mamografía por la pérdida que representa en el salario ya de por sí mísero. Los padecimientos hacen crisis y finalmente el trabajador se incapacita por días y hasta semanas o desarrollan problemas mayores e irreversibles. Un caso real es el de Gloria, quien aguantó semanas con hemorragias sin decir nada hasta que dejaba charcos donde se sentaba. Cuando fue al médico tuvo que internarse de emergencia en terapia intensiva casi cerca de la muerte. Le diagnosticaron una trombocitopenia autoinmune, una peligrosa enfermedad que la incapacitó por semanas y cuyas secuelas no conoce todavía. Cuando le preguntaron por qué no fue antes al médico contestó que tenía que juntar dinero para pagar la renta y si hubiera faltado al trabajo no habría podido pagarla.

Crisis económica, vacío normativo, indiferencia en las empresas y ausencia de cultura en la salud han empezado a diezmar silenciosamente a los trabajadores de la maquila.


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