lunes, diciembre 11, 2006

PINOCHET. JUSTICIA INTERRUMPIDA

Cualquiera que no lo conociera, vería en su apariencia de los últimos días solamente un abuelo bonachón más de pelo blanco abrumado por las enfermedades. La seriedad de sus facciones se le atribuiría a las preocupaciones acumuladas a lo largo de sus 91 años y se pensaría que como cualquier abuelo, jugaría tiernamente con sus nietos por las tardes y daría sabios consejos a sus hijos. Tal vez lo hiciera. Algunos monstruos tienen su colección de máscaras para usar según la ocasión. Sin embargo, la triste fama de Augusto Pinochet recorrió el globo y pocos serán los que no lo reconozcan y sepan ya que detrás de su imagen se encontraba una de las personalidades más crueles y siniestras de las que la humanidad haya tenido noticia. Irónicamente, Augusto Pinochet ha muerto en el Día Internacional de los Derechos Humanos, este 10 de Diciembre. Unos derechos que este hombre violentó junto con su séquito de cómplices asesinos como lo hicieran los peores tiranos del planeta sin que fuera juzgado y sentenciado por sus crímenes a pesar de los varios procesos que pesaban en su contra.

Este golpista traidor y dictador en Chile desde 1973 hasta 1990, no ha pagado con su muerte el daño causado a los millares que ordenó asesinar, torturar, y hacer desaparecer. He visto fotografías de grupos en varias partes del mundo celebrando su muerte, pero no hay nada que celebrar: su muerte interrumpe los intentos por llevarle a prisión en justicia hacia sus víctimas y sus familias. El recuento de los horrendos crímenes a sus opositores bajo su dictadura quedará para siempre en la memoria no sólo de chilenos y sus hermanos latinoamericanos, sino en la de todos aquellos en el mundo que aborrecen la injusticia: 3,197 personas oficialmente asesinadas o hechas desaparecer; 5,000 "prisioneros" de guerra torturados atrozmente en Villa Grimaldi, de los cuales 226 fueron desaparecidos lanzando sus cuerpos al océano desde helicópteros militares por agentes de la DINA; más de 28,000 opositores torturados y alrededor de 300,000 personas que debieron exiliarse por motivos políticos. Algunos de los nombres de las temibles campañas que diseñó para reprimir a sus opositores fueron La Caravana de la Muerte, Operación Cóndor y Operación Colombo.

Alguien pensaría que lo diabólico de sus acciones no le permitieron a este hombre vivir en paz. Todo lo contrario, la serenidad de caracol que mostraba cada vez que aparecía en televisión evidenciaba su frialdad, una característica que compartía con su familia, siempre sonriente, rolliza y de mejillas sonrosadas, quien nunca entendió por qué la mitad del globo odiaba sus actos que ellos creían simplemente necesarios. Por otra parte, ¿cómo no poner cara feliz ante la nada despreciable suma de 26 millones de dólares en el Riggs Bank, y las 10 toneladas de oro recién descubiertas estimadas en unos 160 millones de dólares a nombre de Pinochet en un banco de Honk Kong que seguramente heredarán para continuar con el idilio de la felicidad que lograron a golpes de impunidad?

Si el sistema judicial chileno no logró sentenciar a Pinochet por su maldad a pesar de varios procesos judiciales, la sociedad con conciencia democrática, a favor de la justicia y de los derechos del hombre ya lo hemos hecho y lo hemos condenado al repudio y al nunca jamás. Que su nombre quede en la ignominia para siempre.

3 comentarios:

puebloppd dijo...

LA MUERTE DEL DICTADOR
Por Valeria Bustos

Vengo llegando de las afueras de La Moneda,
(temprano estuvimos en Plaza Italia)
la emoción me embarga,
eramos miles de chilenos festejando,
con cantos , consignas, bailes, abrazos, champaña,
cervezas, challas y globos...

El Pueblo en su conjunto celebrando la muerte de Pinochet.
rostros alegres, niños, mujeres, ancianos, punks,
los del Colo y la Chile,artesas y cuicos, universitarios y obreros
madres de Detenidos Desaparecidos
con sus fotos prendidas al pecho
y sus ojos enrojecidos por las lágrimas de felicidad.
Tanta rabia contenida por mas de 30 años,
generación tras generación,
dolor tras dolor, angustias, miedos, esperanzas...

En Chile no hubo Justicia...
espero que exista otra vida
y en ella se juzgue al Tirano que tanto daño nos hizo ,
de una u otra manera, en mayor o menor grado
todos fuimos afectados por la cruel dictadura:
Ejecutados Políticos, Detenidos Desaparecidos,
Presos Políticos, Exonerados, Torturados, Exiliados,
Marginados, Excluidos...Hijos de, Padres de,
Hermanos de, Amigos de, Parejas de...
Millones de chilenos "marcados" por los aparatos represivos,
Millones de chilenos amenazados,
durmiendo a saltos hasta el día de hoy,
Millones de chilenos nacidos en la Cultura del Terror...


Chile es un Pueblo herido que hoy festejaba en el Centro
con banderas Chilenas, Venezolanas, Socialistas,
Comunistas , de La Gran Gladys Marín,
de la histórica Izquierda Cristiana,
Sólo una bandera extrañé...
de "mi querido Pueblo PPD".

Pese a ello tengo la certeza que no eramos pocos los compañeros
que allí sin banderas partidarias
o con banderas chilenas, celebrábamos junto
al Pueblo el principio del resto de nuestras vidas.

Viva Chile,
Viva la Democracia,
Viva el Pueblo Alegre
Cantando en las Anchas Alamedas.


Un abrazo fraterno y rebelde...
Valeria Bustos Arriagada
Consejera Nacional PPD

Anónimo dijo...

Leía por ahí el otro día que Pinochet haría cualquier cosa por no ser juzgado, incluso morirse.

Lo cierto, Elpidia, es que no creo que en Chile hubiesen condenado jamás al dictador. En parte, es una injusticia, pero por otro lado hay que pensar que no son las víctimas quienes deben juzgar a los asesinos, sino tribunales independientes.

Un beso desde España.

Palemón y Nabor AKA Jan en Karel dijo...

Ciertamente, no hay absolutamente nada que celebrar. De repente da la impresión que asesinos con tal sangre fría son quienes viven vidas más plenas y desenfadadas, y que en este mundo está uno para comer o ser comido. Lo peor de todo es que el golpe de Estado no obedeció a sus propios intereses únicamente. Fue una cosa ejemplar para el resto de los pueblos latinoamericanos, para que no se les olvide quién manda.

Al parecer siempre debe sufrir alguien para que los otros gocen. Qué asco me da pensar en un mandatario que mate de plano a sus propios paisanos en vez de protegerlos, y esa protección se la de a quién sabe quién. La justicia y la razón no prevalecen en el mundo, y la moral es del que tenga las armas más grandes. Esos tienen un final feliz, como el de este traidor y asesino como bien lo llamas.

Gracias por tener el valor de expresar lo que piensas.