El 19 de Febrero, el país entero y la comunidad internacional estuvieron pendientes de la suerte que correrían 65 mineros atrapados en la Mina de carbón Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, Estado de Coahuila después de que una tremenda explosión ocasionada por gas grisú o gas metano ocasionara derrumbes en el filón. Los trabajadores no pudieron ser rescatados de inmediato debido a la concentración de más del 40% del gas en el ambiente, lo que hubiera podido provocar más explosiones y arriesgar la vida de los rescatistas. Este fin de semana finalmente se dio a conocer que las labores de rescate fueron suspendidas y se anunció que los 65 trabajadores perdieron la vida probablemente de manera instantánea por la onda expansiva de la explosión que pudo generar temperaturas hasta a 600 grados Celsius y porque la alta concentración de metano no puede sustentar la vida. La pérdida de los trabajadores es una terrible tragedia y han puesto al descubierto a) las incontables irregularidades en el funcionamiento de la mina, propiedad del Grupo Industrial Minera México (IMMSA) y que cuenta con ingresos de 48,000 millones de dólares, y b) el deplorable escenario laboral de 36 de los 65 mineros muertos.
Las fallas en la seguridad publicadas en la revista Proceso son:- Procedimientos deficientes de eliminación sistemático del polvo de carbón en el avance de la mina
- Sistema de ventilación inadecuado
- Equipos eléctricos con deficiencias como cables expuestos y cajas de conexión eléctrica dañada
- Falta de sistema de enfriamiento adecuado en el transformador (posible origen del estallido)
- Falta de mantenimiento del transformador
- Falta de un sistema de paro eléctrico de emergencia
- Estructuras débiles en la construcción
Por otra parte, 36 de los 65 mineros no contaban con seguridad social o prestaciones conforme a la Ley Federal del Trabajo y recibían un salario de 600 pesos semanales (aprox. 55 dlls). Este tipo de subcontratación es lo que algunos llaman la nueva cultura laboral y que el gobierno federal pretende legalizar mediante la reforma laboral impulsada por el ex-Secretario del Trabajo Carlos Abascal.
Estos hechos demandan la inspección inmediata de las condiciones de seguridad de todas las minas en México, inspecciones efectivas por parte de la Secretaría del Trabajo y verificaciones sin demora de las acciones correctivas y sobre todos una revisión integral de los procedimientos y plazos de la dependencia en los procesos de auditoría. Esta sería la mejor manera de que los poderosos dueños (su presidente ejecutivo Germán Larrea Mota Velasco a quien los mineros apodan El Azote apareció en la Lista Forbes que incluye a los 500 más ricos del mundo) de las minas y el Estado que los protege se solidarizara con las víctimas.
No estaría mal tampoco que la STPS evaluara el trabajo que está haciendo en las maquiladoras. Aunque los riesgos de la inseguridad no son ni cercanamente comparables con los de las minas, vale la pena no escatimar esfuerzos para preservar la salud y la integridad de sus trabajadores.
La pintura arriba titulada Mineros es obra del malagueño Manuel L. Acosta
1 comentario:
Dicen que la demora fue a propósito para que las acciones de IMMSA no cayeran en la bolsa. Supongo qe esto no podrá ser demostrado. Los propietarios de las minas obtienen millonarias ganancias y bien podrían re-invertir una parte en mejoras a la tecnología y a las medidas de seguridad pero prefieren seguir acumulando riqueza. La STPS funciona de manera parcial y se hacen de la vista gorda cuando hay problemas serios para no afectar a las empresas.
No he tenido la oportunidad de ver Germinal, pero es una de mis pendientes en cuanto salga en DVD. En Qué Verde era mi Valle (maravillosa película) hay un accidente minero también. No las cosas no han cambiado desde la época en que esas películas se realizaron. No en este país.
Saludos,
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