jueves, junio 09, 2005

SOBRE EL EMPLEO DEL TIEMPO

Hacia el siglo I d.C, Séneca, el flósofo cordobés, escribió las “Cartas a Lucilio”. Estas abarcan todas las filosofías y se caracterizan por tratar cuestiones de importancia para la conducta de la vida. Hablan de cuanto urge al corazón y la conciencia de todos: de la virtud y del vicio, de la caridad y de la fraternidad, del hombre y de Dios, de la vida y de la muerte.

Transcribo la primera de ellas: SOBRE EL EMPLEO DEL TIEMPO

Ojalá nos hubieran dado cursos en la maquila sobre Séneca en lugar de Análisis Transaccional y el curso de relaciones humanas de Dale Carnegie.

Sí, mi querido Lucilio, devuélvete a ti mismo, y el tiempo que hasta aquí se te quitaba y se te hacía perder, aprende a aprovecharlo. Puedes estar convencido: nuestros momentos preciosos, o nos los quitan, o nosotros mismos los dejamos escapar. Y la pérdida más vergonzosa es la originada por nuestra negligencia, reflexiona y verás que una gran parte de la vida se invierte en hacerlo mal, otra parte en no hacer nada, y el todo en hacer lo contrario de lo que debiera hacerse. ¿Dónde está el hombre que sepa estimar el tiempo, y apreciar un día, y comprender que se muere a cada instante? Nuestro error es no ver la muerte sino delante, cuando en gran parte la tenemos detrás: todo el pasado está ocupado por ella.

Haz, caro Lucilio, como lo escribes: utiliza todas las horas; dueño del presente, dependerás menos del porvenir. Se aplaza la vida y la vida se nos va. Todo lo demás, Lucilio, es el único bien de que la naturaleza nos haya puesto en posesión, bien tan fugitivo y tan resbaladizo que cualquiera nos lo podría quitar. Pero esa es la locura de los hombres: se creen favorecidos por las cosas más menudas, por los objetos más mezquinos, cuya falta nada importa y cuya pérdida puede repararse; pero el tiempo que hemos recibido no lo agradecemos. Sin embargo, es una deuda que no alcanza a pagarla ni la gratitud.

Quizá me preguntes qué hago yo dando lecciones. Te lo diré francamente: hago lo que un hombre económico hace en su magnificencia: tomo nota de mi gasto. No puedo lisonjearme con la idea de que no pierdo nada, pero sé lo que pierdo, y cómo, y por qué. Puedo dar cuenta y razón de mi pobreza. Estoy en el caso de los que se arruinan sin culpa suya: todo el mundo los excusa, nadie los asiste. Además, yo no considero pobre al que se contenta con lo poco que le va quedando. Prefiero sin embargo que no malgastes tu fortuna y que sepas aprovechar un tiempo que tanto vale. En efecto, como decían nuestros antepasados, es tarde para ahorrar cuando el vaso está casi apurado, porque en el fondo del tonel es menor la cantidad y peor la calidad.



 Posted by Hello

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desgraciadamente el curso de Carnegui es demasiado elevado inclusive para aquellos que claman ser afectos seguidores del mismo y jactarse de que siguen los principios.
Ellos no saben que sus cursos Carnegui no les vana devolver aquello que han perdido que es la escencia del ser
El tiempk es el aprovechamiento de aquellos eventos que nos han sucedido y sacar el mejor provecho de los mismos y obtener algo como individuos para la posteridad.
No es Carnegui sino la escencia de Séneca lo que nos haría reflecionar.
Nunca se los dijeron pero lo que han perdido, JAMAS podran recuperarlo.
Ahora que lo tiene, Uselo como lo está haciendo, dejando algo productivo para usted misma.

Flor Fabela dijo...

Saludos. Tengo un mensaje de mi mama, dice que necesita localizarte, por favor comunicate conmigo cuando tengas oportunidad o llama a la casa, en caso de que no conteste nadie es por que estoy en internet, me puedes agregar a tu messenger ( anarchy_zeries@hotmail.com ) o llamar a mi celular (915) 269-6877 . Un abrazo y saludos a ricardo.