miércoles, marzo 23, 2005

VACACIONES

De vez en cuando viene bien desconectarse y escapar. Mirar hacia otro lado y ponderar la vida desde otra óptica y perspectiva. Alejarse del microcosmos propio para no perder la objetividad; replantearse la propia existencia mirando todo desde lejos, y luego reírse de las pequeñas trampas de la vida a las que antes -más de cerca- vimos como obstáculos insalvables. Sumergirse aunque sea brevemente en un lapsus de olvido y de alegría, embriagar la vista, y el gusto y el olfato. Intentar olvidar aquellas cosas que nos atan casi inevitablemente a las horas de los días, robándonos la esencia verdadera de la vida. Aquella que perdimos cuando nuestra ambición selló para siempre el gozo que representaba la existencia.

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