martes, diciembre 11, 2007

FANTASMAS DE LA MAQUILA

Cada maquila tiene sus fantasmas. Sólo basta cambiar de trabajo para que las primeras conversaciones con los compañeros lleven al tema truculento de muertos por accidentes, o al más fantasioso tema de los aparecidos en el baño o en algún rincón oscuro de la planta. Sobre todo en el tercer turno, cuando está todo más solo y más oscuro. Me contaba Silvia hace muy poco que había empezado a trabajar en una nueva empresa y que parte de los equipos para la producción en serie de televisiones, no había llegado todavía. Ella era de las primeras en ser contratada y pasarían algunas semanas antes de que los espacios ahora fríos y vacíos se llenaran con el ajetreo incesante de los trabajadores, el ruido de la maquinaria y los montacargas yendo y viniendo por los pasillos con materiales para asegurar la manufactura continua. Una vez preparada para arrancar, la planta no estaría quieta ni los fines de semana ni los días festivos.

A Silvia le daba un poco de impresión cruzar la planta para ir a los baños al otro lado del edificio. Y cómo no, si por allí, en una maquiladora instalada hacía algunos años, un joven de diecinueve años se desangró con la navaja “chirraquera” con la que trataba de cortar un cincho de plástico a un bulto de material recién llegado. Él trabajaba de noche y su trabajo era surtir las líneas de material para que a las seis de la mañana no hubiera pérdidas de tiempo en el arranque. Tomó la navaja con el filo hacia arriba y así estaba tratando de cortar el fleje cuando se le zafó y con el movimiento, se cortó la yugular que de inmediato empezó a lanzar chorros rojizos a toda presión. Alcanzó a gritar que lo ayudaran y alguien que lo vio lo subió a un montacargas para llevarlo a la enfermería pero cuando llegó ya estaba ahogándose en su propia sangre. Nada se pudo hacer. Al llegar la ambulancia ya estaba muerto. Después de que se lo llevaron, el gerente a cargo gritaba nervioso a otro de los muchachos: ¡ándale cabrón, limpia la sangre pero rápido! ¡Pero rápido güey, antes de que llegue la gente del primer turno y se haga el escándalo!

Pero no ese no era el único muerto de esa maquila, por eso Silvia, que creía en aparecidos, tenía miedo andar sola por la planta vacía. El otro era un mecánico de mantenimiento que estaba soldando un tubo en el techo en el interior del edificio hacía varios años. Un resbalón fue suficiente para que cayera desde muy alto. Su cráneo se partió y su cerebro salió expulsado hacia todas direcciones. El horrendo espectáculo provocó desmayos de espanto entre los trabajadores. Silvia se preguntaba si aun habría más tragedias pero ya no quiso saber más porque ella cree que los que mueren trágicamente pueden aparecerse como fantasmas. Esperaba un día irse a otra maquiladora sin historias de miedo.


"En el informe Lugares de trabajo seguros y sanos: hacer realidad el trabajo decente, de la OIT, el organismo puntualiza que cada año mueren 2.2 millones de personas por enfermedades y percances relacionadas con el trabajo. La cifra es 10 por ciento superior a los cálculos que había realizado previamente.

En tanto, unos 270 millones de trabajadores sufren lesiones graves no mortales y otros 160 millones desarrollan padecimientos de corta o larga duración por causas relacionadas con su actividad laboral."

La Jornada 7 Abril, 2007

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente post y muy escalofriante (por lo de los accidentes en la maquila) yo trabaje 7 an~os en una y fui testigo de varios pues era parte de la brigada de primeros auxilios. Tambien de tantas leyendas acerca de fantasmas, pero en eso no creo.
Saludos. Chica-vips

Palemón y Nabor AKA Jan en Karel dijo...

Pues suerte a esta chica en eso de encontrar un lugar de trabajo donde no se den escuchen estas historias. Pienso que la verdad prevalece, y por eso yo quisiera darles crédito. Si en vida no se les escuchó, o no se daban cuenta de las cosas a las que estaban expuestos, ojalá se den sus mañas para que de todos modos se sepa lo que sucedió (y sucede).

Y pues felices fiestas! Te esperamos para después de vacaciones!

Abrazos!

spadelosviernes dijo...

Te deseo Feliz Navidad y que el año 2008 traiga cosas buenas y cambios a mejor.
Besos