Pantalón de mezclilla (jeans o vaqueros): libertad, en franca oposición al "business casual", los tacones, las corbatas, los sacos y las medias. Los viernes las sonrisas se reparten generosas - (por qué no todos los días, qué tiene diferente un día que otro? )- y todos vamos de jeans. Viernes mágico que aparece dinero que tintinea en el bolsillo, que antecede una esperanza, de dos días con sus dos noches para dar rienda suelta a los sentidos; para ver el sol y las estrellas. Con jeans diez años menos, los pasos son más libres y más largos. Si no hace tanto tiempo que todos los días los llevaba y me ilusionaba comprarme unos diferentes cada mes con mi paga semanal. Jeans que eliminan las fronteras de los pobres y los ricos; para sentirse uno mismo; deshacerse de etiquetas impuestas o forzadas. Jeans que hacen que los muchachos volteen a ver a las muchachas y viceversa, y eso hace de los viernes divertido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario