Algunos juarenses podrían pensar que quienes inspiran su arte en el tema de la violencia contra la mujer en Ciudad Juárez son oportunistas. Aun las madres de muchas de las mujeres asesinadas en esta frontera han dicho que están en desacuerdo con que artistas transformen el dolor de las tragedias de sus hijas en productos comerciales. Pero ¿es oportunista el sobrecogerse de espanto no ante un hecho aislado, que los hay en todas partes del mundo, sino a un fenómeno antropólogico aun sin resolverse que duró más de diez años y el sentir la necesidad de gritarlo al mundo en las diversas manifestaciones artísticas? La tragedia ha sido siempre tema fundamental y recurrente en las expresiones del arte. La cadena de asesinatos en Ciudad Juárez ocurridos en aproximadamente diez años desde 1993 fueron el motivo para que Peggy Adam escribiera y dibujara Luchadoras.
El marco donde transcurre la historia del cómic Luchadoras es Ciudad Juárez, este lugar que lamentablemente se convirtió en icono de violencia debido a la impunidad de los crímenes, especialmente los perpetrados contra las mujeres de condición marginal. Quienes estamos familiarizados con los casos que fuimos desgranando horrorizados a lo largo de tantos años reconocemos en la desgarradora historia de Alma - el personaje central de Luchadoras, una cantinera con un novio abusivo y celoso – a los Rebeldes, una pandilla acusada de haber cometido varios de los crímenes; las maquiladoras; Casa Amiga, una organización que denunció los asesinatos e hizo una detallada relación de éstos; el Cerro Cristo Negro y el Campo de Algodón, lugares donde fueron encontradas varias de las muchachas muertas en extrañas circunstancias aun no resueltas; y la banda de los choferes, otro grupo también involucrado en los crímenes. Es claro que Peggy Adam hizo una cuidadosa investigación del asunto para desarrollar Luchadoras.
Todas las historias que se cuentan en Luchadoras están inmersas en la desgracia como predestinación, sin investigación, castigo ni justicia (a pesar de la venganza de Alma), por eso no se comprende el título de la obra ya que no corresponde al derrotismo de sus personajes, apenas objetos volátiles del titiritero que mueve los hilos de su destino. Ni siquiera el amor entre Alma y el fotógrafo extranjero Jean, único rasgo de dulzura de la historia, tiene un final feliz. Por el contrario, Jean hute despavorido ante la alerta de una crimen vengativo en el que no desea verse involucrado. La única lucha que se libra es evitar la muerte ¿igual que en la realidad?
Para los juarenses la historia de Luchadoras es un recuento triste de un pasado reciente que dejó una herida que permanece abierta, tal vez para siempre, como un estigma. Luchadoras se agrega a la ya larga lista de obras que de una u otra forma plasman nuestra realidad.
Peggy Adam tiene 30 años y es de nacionalidad francesa.
Estudió Bellas Artes en Saint-Etienne, estudió también en Toronto y en Angoulême.
Trabaja a menudo para prensa (Libération, Elle) y para publicaciones infantiles (L'École des Loisirs, Mango).
Con su estilo cercano al de Marjane Satrapi, Peggy aborda tanto temas ligeros y frescos (Plus ou moins...le printemps, Editions Atrabile) como temas serios y graves. Siempre actuales.
Su sitio: http://www.peggy-adam.com/
Luchadoras
Ediciones Sinsentido
14.25 euros en FNAC
Ediciones Sinsentido
14.25 euros en FNAC
4 comentarios:
Un beso fuerte Elpidia. Intentaré conseguir el comic.
Me pareció entender que el contenido del comic no hace honor al título del libro. Aunque quizás podría formar parte de la documentación de un hecho sociológico desgarrador. Abrazo.
Buen proyecto.
Elpidia:
Se te extraña.
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