miércoles, febrero 14, 2007

JUNTOS MÁS ALLÁ DE LA MUERTE


Un reciente descubrimiento arqueológico de una pareja de esqueletos abrazados en Mantua Italia, de la época neolítica, aparentemente jóvenes y de sexos opuestos estimula la imaginación fecunda de aquellos que pretenden darle al amor esa característica sempiterna que excepciones aparte, las más de las veces resulta bastante efímera. Cuando menos la pasión lo es. Según la experta Helen Fisher, antropóloga estadounidense que viene investigando el tema desde 1983, en la pasión intervienen tres neurotransmisores cerebrales "la dopamina (también produce taquicardia e hipertensión arterial), la noradrenalina (produce los impulsos y la motivación) y la serotonina (un inhibidor que reduce su presencia en estados pasionales)". El tiempo que estos neurotransmisores actúan dinámicamente en el cerebro es de 1 a 3 años con lo que sobreviene el fin químico de la relación. ¿Entonces qué es lo que motiva a algunas parejas a permanecer unidas por largos períodos de tiempo? Lo atractivo del amor es que el fenómeno biológico solamente corresponde la mitad de la efectividad de la relación de pareja. La otra mitad depende de la combinación de los rasgos e intereses personales de la pareja y de su capacidad para desarrollar sus vínculos afectivos y emocionales. En la medida que construyan compromisos mutuos sin olvidar la intimidad y la ternura, la relación será más duradera, dicen expertos médicos psicoanalistas como Sergio Rodríguez y Emiliano Galende.

El escritor Zygmunt Bauman en su obra Amor Líquido, nos da una idea de lo deteriorado que se encuentra el concepto de la confianza y el amor solidario en la pareja cuando dice: "El compromiso con otra persona u otras personas, particularmente un compromiso incondicional y, más aún, un compromiso del tipo ''hasta que la muerte nos separe, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza'', se parece cada vez más a una trampa que debe evitarse a cualquier precio" y propone "construir el amor a través de actos de confianza que refuercen el vínculo y con pruebas de la eficacia que cada uno tiene para contener al otro".

El estupor y la emoción de todos por el descubrimiento arqueológico de la pareja de Mantua, muy cerca de la ciudad de Verona donde William Shakespeare ambientó su novela Romeo y Julieta, es como un suspiro arrancado a la melancolía por aquellos tiempos ya lejanos cuando los enamorados se juraban amor eterno. Ellos pudieron haber sido enemigos que murieron luchando encarnizadamente mientras se clavaban un puñal; o dos personas del mismo o distinto sexo abrazándose horrorizadas por alguna matanza; o alguna pareja ejecutada por algún crimen ordinario, pero todos deseamos construir a su alrededor la creencia de que se trata de dos amantes rodeados de alguna leyenda trágica cuyo inmenso amor sobrevivió a la muerte. Será porque todavía creemos en esa clase de amor.

9 comentarios:

Conflictiva dijo...

que crees?? yo ODIO los viernes..
jejejej

El Declamador Sin Maestro dijo...

Los seres humanos somos muy curiosos. El ideal no existe pero siempre estamos persiguiéndolo. Además, esta no es la primera vez que se hace un interpretación presupuesta de un hallazgo o un hecho determinado así, que se lo convierte en un símbolo... Se ve lo que se quiere ver. Sabía que encontraría algo interesante aquí para estas fechas.

Espero lo hayan pasado muy bien.

microman dijo...

pos: a mi se me hace muy raro que pasa en estos dias en que los enamorados, gastan una fortuna en regalos,pase por aqui no me tengan miedo

Anónimo dijo...

Si no nos aferramos a la promesa del amor, sucumbiríamos, Elpidia, como aquella pareja de tu buen post. Creo como tú, que no hay que dejarle el asunto del amor a las sustancias que nos recorren, ni a la bendición sacerdotal, sino que eso es una construcción, y lo es en roca, no en higuera. Abrazo.

Flor Fabela dijo...

Saludos. Espero y estes muy bien. Te esperan unos libros en mi casa, dice mi madre. Besos y abrazos.

Anónimo dijo...

Pasé a saludarte, Elpidia.

spadelosviernes dijo...

Me acordé de tí ayer, mientras veía una película sobre las mujeres asesinadas en Juarez con la maquila de fondo. Jennifer López y Antonio Banderas dan vida a dos periodistas investigando en busca de la verdad. Desgraciadamente, (porque los títulos iniciales afirman que la historia está basada en hechos reales) el final es desolador: La verdad se esconde, y todo sigue igual. Salí espeluznado.
Es increible, pero la vida sigue, aunque solo sea para algunos.
Besos desesperanzados

Anónimo dijo...

Antes que nada te pedimos una disculpa por usar los comentarios de tu página, pero es que no encontramos tu mail.

Queremos extenderte una atenta invitación al proyecto Por Encargo, nos ha gustado mucho tu trabajo. El proyecto es muy sencillo: cada mes existe un tema el cual se debe desarrollar de manera artística eso incluye por supuesto los cuentos. Si te interesa participar, por favor visita la página, o escribenos a losencargos(arroba)gmail.com

porencargo.blogsome.com

Anónimo dijo...

¿Y no estarían estrangulándose? vamos, digo yo...

Por cierto, tu nombre me recuerda a Silvio...

Saludos.