Hoy es 21 de Marzo, cuando la primavera comienza. También es natalicio de uno de nuestros insignes héroes: Benito Juárez (hasta le erigimos un monumento. Olvidado y mutilado, pero ahí está, en el mero centro de la ciudad). Las vacaciones escolares comenzaron el 18 y con ellas, una buena cantidad de gente huye a mejores latitudes, y otra descansa del ajetreo diario, del navegar por nuestras calles polvorientas. Y es un verdadero alivio salir por la mañana y re-descubrir la tranquilidad, dejar de escuchar los motores y los escapes de los coches, rehuir con pánico de las temibles "ruteras" (autobuses de pasajeros, los dueños de las calles y de las vidasde quienes no tienen más remedio que abordarlas), y llegar a cualquier parte en la mitad del tiempo.
La primavera llega con sus promesas de renovados bríos. Tiñe hasta a la ciudad más seca de la frontera con tímidos verdes de sus escasas plantas, aunque los cerros en lontananza permanezcan siempre grises como si fueran gigantescas rocas viejas agotadas que ya no producen. De vez en cuando sorprende ver pequeños jardines con rosales de colores lindos, esa planta maravillosa que se da muy bien en esta tierra y que florece desde la primavera hasta noviembre.
La gente en la maquila sigue su inalterable labor, no hay cese en la producción. Hay que alimentar al gran monstruo voraz. Afuera de ella los pájaros ya trinan y el sol ya calienta más. Los ánimos también retoñan y parece que un nuevo ciclo comienza. Es primavera.
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