lunes, noviembre 27, 2006

OLVIDARSE DE VIVIR

Detrás de cada producto terminado está la mano de obra disciplinada y eficiente de millones de trabajadores de bajo costo de los países en desarrollo que los manufacturan. ¿Pero cuántas horas de trabajo por empleado se requieren para satisfacer la siempre ávida necesidad de crecimiento de la economía global­? ¿Se cumplen realmente las jornadas de trabajo estipuladas en las normativas laborales de cada país? ¿Hay un límite máximo para las horas extraordinarias, así como hay un mínimo de horas para la jornada laboral? ¿Qué estudios se realizan para determinar cuánto afecta la salud laboral y cuál es el impacto en la calidad de vida de los individuos el trabajar en exceso? ¿Qué acciones se llevan a cabo para proteger a los trabajadores de los efectos de este fenómeno? Estos cuestionamientos son forzosos después de analizar las estadísticas de la Encuesta Nacional de Empleo y Ocupación (ENOE) en México al tercer trimestre del 2006.

Los datos revelaron que el 29.7% (12.6 millones) de la población ocupada de 42.6 millones de personas en México labora más de 48 horas semanales. Otras cifras preocupantes son que el 44% trabaja 6 de 7 días a la semana mientras que el 14% de la población ocupada trabaja de lunes a domingo. Con esto se deduce que solamente el 23% de los trabajadores disfruta de la jornada laboral de 48 horas.

Los bajos salarios; la precariedad en preparación académica de los trabajadores que no les permite aspirar a mejores oportunidades, y la sobre-demanda de productos que causa que las empresas exijan horas extraordinarias, se traducen en una peligrosa reducción de los niveles de calidad de vida de los trabajadores. ¿Cuántas de las crisis sociales que vivimos tienen su origen en esta problemática y cuál será el impacto a largo plazo en la sociedad?

La próxima vez que te sientes frente a la computadora, o que escuches música en tu MP3, o uses tu móvil, pregúntate si quienes ensamblaron los aparatos dejaron solos a sus hijos; durmieron muchas menos horas que tú; abandonaron sus sueños de estudiar; se olvidaron de llevar a su esposa al cine, o simplemente... se olvidaron de vivir.

La excelente fotografía de una maquiladora en China es de la autoría de Michael Wolf, fotógrafo alemán quien tiene un estupendo portal de fotografía en Hong Kong. Lo recomiendo.

martes, noviembre 21, 2006

UNA MUESTRA DE INTOLERANCIA EN LA MAQUILA

"La ley de la naturaleza del hombre es la igualdad".
Eurípides

Roberto detestó la imagen que le devolvió el espejo esa mañana. “Él”, no era ella. Cuando menos no lo que sentía ser por dentro. Luego, con un movimiento exageradamente femenino movió la cabeza al tiempo que se recogió el pelo teñido hacia atrás para sujetarlo con un broche. Se puso unos jeans ajustados y una blusa azul que le hubiera gustado combinar con unas sandalias pero tenía que usar los espantosos zapatos reglamentarios cerrados y con punta de acero. De hombre. Se los calzó con disgusto.
No resistió la tentación y se puso un poco de brillo labial ligeramente rosado. Debía evitar ser llamativa si no quería que le empezaran a llamar la atención en la maquila. No le gustaba tener que aparentar lo que no era, pero aunque no pagan mucho en ese trabajo, cuando menos tenía derecho al Seguro Social, no como cuando cortaba el pelo en una estética. A veces había dinero y otras no. La maquila representaba la seguridad.

Hacía una semana que Roberto fue transferido de planta para que entrenara a los operadores nuevos que ensamblaban los motores. Eso le preocupaba. Después de algunos años, en la fábrica anterior estaban ya más o menos acostumbrados a tratar con un jefe de grupo homosexual. Es verdad que al principio no faltaron las burlas, las risitas y hasta los insultos que le soltaban cuando quería imponer el orden en la línea de ensamble. Roberto no acababa de entender: si les hablaba en tono dulce, se burlaban; si daba órdenes, lo insultaban. “!Pinche maricón!”, era la respuesta típica de los muchachos. Con las mujeres no había problema. Lo defendían y respetaban. Sentía que lo comprendían, que se daban cuenta de que era como ellas. Al final se acostumbraron y solamente los nuevos que llegaban se escandalizaban. El paradigma tejido en su cabeza por las actitudes machistas aprendidas era firme, difícil de romper. Algunos pedían su cambio de línea. No permitían que un maricón les diera órdenes.
Roberto se colgó el bolso y muy de madrugada esperó canturreando en la esquina el autobús especial que lo llevaría a la planta nueva. Para sentirse acompañado, animó a otros amigos como él a trabajar en la nueva planta. Estaban contratando más personal y podrían estar juntos para defenderse del escarnio. A pesar de sus temores, no hubo grandes problemas y en pocos días ya había hecho buenas relaciones con los trabajadores, pero cuando el Gerente de Planta lo vio en uno de sus recorridos, no disimuló la aversión que le produjo. Discretamente dio órdenes de cambiarlo de planta, no lo quería más allí. ¡Qué dirían los clientes!, se veía demasiado… “rarito”
No supimos a dónde fue Roberto esta vez. Me lo imagino caminando coquetamente hacia la esquina muy de madrugada con su bolso de mujer al hombro para esperar el autobús. Blanco fácil de la intolerancia, preveo su destino de un lugar a otro tal vez cada vez peor y me pregunto hasta cuándo le devolveremos el sitio que le arrebatamos por su diferencia.

lunes, noviembre 13, 2006

VOTO HISPANO CONTRA EL MURO

Contrariamente a lo esperado, los hispanos votaron masivamente por los candidatos demócratas en las elecciones legislativas en Estados Unidos la semana pasada. De esta forma mostraron su desacuerdo por la decisión del partido oficial de construir un muro de 1,126 kilómetros a lo largo de la frontera con México, además del empecinamiento de los representantes republicanos en aprobar una iniciativa que hubiese convertido a millones de trabajadores indocumentados en delincuentes, lo cual generó un clima que muchos hispanos nacidos en Estados Unidos interpretaron como un racismo disfrazado. Con suerte, los candidatos a la elección presidencial del 2008 buscarán soluciones mucho más serias para detener el flujo de migrantes. En lugar de respaldar un inútil muro de 1,126 kilómetros, que sólo empujará a los inmigrantes a cruzar a los Estados Unidos por cualquier otro lugar a lo largo de los 3,200 kilómetros de la frontera, deberían de buscarse caminos para reducir la brecha económica entre los Estados Unidos, México y el resto de América Latina. Mientras el ingreso por cápita de Estados Unidos de 42,000 dólares al año esté tan por encima de los 10,000 dólares al año en México, o de los 2,900 dólares al año en Nicaragua, no habrá muros suficientemente altos o anchos para detener el flujo de inmigrantes. Como lo demuestra el ejemplo europeo, el único camino para reducir la inmigración es una mayor integración económica, que incluya ofertas de ayuda económica condicionada a políticas económicas responsables.

Extracto de la columna El Informe Oppenheimer, de Andrés Oppenheimer, columnista de The Miami Herald y El Nuevo Herald.
El cartoon es de John Trever, Albuquerque, New Mexico

domingo, noviembre 12, 2006

BABEL

El nombre de Babel nos remite al origen de la confusión. Al misterio del Bing Bang lingüistico. Al momento en que las lenguas multiplicadas de los hombres por causa divina forzó su división y esparcimiento por la tierra. Esta visión de las Escrituras Hebreas continúa vigente en los tiempos que corren, aunque la falta de entendimiento entre los hombres sea mucho más compleja que la incomunicación verbal.

La impronta que la película Babel de Alejandro González Iñárritu nos deja, es precisamente esa visión de la ardua lucha que representan las relaciones entre los seres humanos por ser comprendidos en toda su vulnerabilidad aumentada por su necesidad de afecto. Con su acostumbrada técnica collage, González Iñárritu nos va mostrando trozos de cuatro historias que ocurren en diversas partes del mundo, donde el hilo conductor parece ser la incomprensión, la profunda división entre naciones, la desigualdad social y económica, la intolerancia, la miseria y la indiferencia. Las víctimas de estos males del mundo cuyo origen ya sea de Marruecos, de Japón, de México, o de Norteamérica que padecen por igual sus consecuencias, no son sino la muestra infinetismal del caos del mundo, que nos persigue como fue escrito hace dos mil años:
“¡Vamos!, Bajemos y confundamos allí su lenguaje para que no escuche el uno el lenguaje del otro. Por consiguiente Jehová los esparció desde allí sobre toda la superficie de la Tierra, y poco a poco dejaron de edificar la ciudad. Por eso se le dio el nombre de Babel, porque allí había confundido Jehová el lenguaje de toda la Tierra, y de allí los había esparcido Jehová sobre toda la superficie de la Tierra” Génesis 11:7-9

Con todo y que la película carece de grandes actuaciones dramáticas, a pesar de que hay excelentes actores y actrices como Gael García, Brad Pitt, Cate Blanchett, Adriana Barraza, Koji Yakusho, entre otros, su temática, dirección y formidable edición la colocan ya entre una de las favoritas para alguno de los premios en la siguiente edición de los Oscar, pero sobre todo, continúa forjando camino entre ese selecto grupo de cineastas mexicanos que van a la punta en el séptimo arte.

Babel, recién estrenada en México, fue dirigida por Alejandro González Iñárritu, escrita por Guillermo Arriaga y basada en una idea de Guillermo Arriaga y Alejandro González Iñárritu. La música original es de Gustavo Santaolalla. Más información sobre el reparto y comentarios sobre la película en IMDB

El autor de la bella obra que adorna este post es Pieter Bruegel. Bélgica (1525-1569)

Ricardo, quien sabe de cine, tiene un excelente post iluminador sobre la película aquí.

lunes, noviembre 06, 2006

VÍCTOR JARA SIGUE CANTANDO

Víctor nace el 28 de Septiembre de 1932 de padres campesinos: Manuel, inquilino. Amanda, cantora.
Su infancia transcurre en Lonquén, localidad cercana a la capital y su juventud en Santiago, en la Población Nogales.
A la muerte de su madre ingresa al Seminario Redentorista de San Bernardo. Permanece allí por poco más de un año.
No posee formación musical académica: Su madre le enseña a tocar guitarra. En el Seminario aprende Canto Gregoriano.
En 1953, a los 21 años, integra el Coro de la Universidad de Chile; participa en el primer montaje de "Carmina Burana" e inicia su trabajo de recopilación e investigación folklórica en terreno.
1956: Ingresa a la Compañía de Mimos de Noisvander.

Entre 1956 y 1962 estudia Actuación y, posteriormente, Dirección en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. Participa, como alumno, en diversas producciones de la Compañía del Instituto de Teatro de la misma Universidad, Ituch.

En 1957, se integra al conjunto de Cantos y Danzas Folklóricas "Cuncumén", creado a raíz de unos cursos de temporada dictados por Margot Loyola. Tiene, también, sus primeros contactos con Violeta Parra, quien lo incita a seguir cantando.

En 1959, con 27 años de edad, tiene su primera experiencia en Dirección Teatral: dirige "Parecido a la Felicidad" de Alejandro Siveking. Viaja con la obra por Argentina, Uruguay, Venezuela y Cuba.
Violeta Parra lo incita a seguir cantando.
En este mismo año graba para el sello Emi-Odeón, cantando como solista del "Cuncumén", dos villancicos que le fueran entregados por Violeta Parra.
1960: Asiste en la Dirección a Pedro de la Barra en el montaje de "La Viuda de Apablaza" de Germán Luco Cruchaga, para el Ituch. Posteriormente, dirige "La Mandrágora" de Machiavello.
En 1961 y en calidad de Director Artístico del conjunto, viaja con el "Cuncumén" por Holanda, Francia, Unión Soviética, Checoeslovaquia, Polonia, Rumania y Bulgaria.
Compone "Paloma Quiero Contarte", canción que marca el inicio de su trabajo de creación musical y poética.
Es, también, Asistente de Dirección de Agustín Siré en el montaje de "La Madre de los Conejos" de Alejandro Sieveking.
1962: Egresa de la carrera de Dirección Teatral y dirige "Animas de Día Claro" de Alejandro Sieveking para la compañía del Ituch.

Graba "Paloma Quiero Contarte" y "La Canción del Minero", contenidas en el Lp "Folklore Chileno" del grupo "Cuncumén" para el sello Emi-Odeón.
Entre 1963 y 1968 se desempeña como Director de la Academia de Folklore de la Casa de la Cultura de Ñuñoa.
Entre 1963 y 1970 forma parte, también, del equipo estable de Directores del Instituto del Teatro de la Universidad de Chile, Ituch.
En el año 1963 es Asistente de Dirección de Atahualpa del Cioppo en el montaje de "El Círculo de Tiza" de Bertol Brecht, para el Ituch. El mismo año dirige: "Los Invasores" de Egon Wolf, para el Ituch: "Parecido a la Felicidad" de Alejandro Sieveking, para Canal 9 de Televisión de la Universidad de Chile; y "Dúo" de Raúl Ruiz, para la Compañía de Los Cuatro.

Entre 1964 y 1967 ejerce como profesor de Actuación en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile.

En el 64, vuelve a montar "Animas de Día Claro" de Alejandro Sieveking con el Ituch y la lleva de gira por la Argentina, Uruguay y Paraguay.

En 1965: Compone la música y dirige la obra "La Remolienda" de Alejandro Sieveking, para el Ituch. Dirige el montaje de "La Maña" de Ann Jellicoe, para el Ictus. Recibe el premio "Laurel de Oro" como mejor Director del año por el montaje de las dos obras señaladas y el premio de "La Crítica" del Círculo de Periodistas a "La mejor Dirección del Año", otorgado por el montaje de "La Maña".

Entre 1966 y 1969 es Director Artístico del conjunto Quilapayún. Y entre 1966 y 1970, actúa como solista en "La Peña de los Parra".

En el año 1966: dirige "La Casa Vieja" de Abelardo Estorino, para el Ituch; Asiste en la Dirección a William Oliver en el montaje de la obra "Marat Sade" de Peter Weiss, también para el Ituch; vuelve a montar y dirigir En 1966 grabo si primer LP

"La Remolienda" de Alejandro Sieveking, esta vez, para Canal 9 de Televisión de la Universidad de Chile. 1966 es además el año de la aparición de su primer Lp como solista. Lo edita el sello "Arena" con el título "Víctor Jara".

Al año siguiente, 1967, es el sello Emi-Odeón el que edita el Lp "Víctor Jara" y "Canciones Folklóricas de América", junto a Quilapayún. En el ámbito teatral, monta nuevamente "La Remolienda". Es invitado a Inglaterra, en su calidad de Director Teatral, por el Consejo Británico. Recibe el premio de "La Crítica" por su dirección en la obra "Entretenimiento a Mr. Sloane" y el Disco de Plata del Sello Emi-Odeón.
1969 Dirige el montaje de la obra "Viet-rock" de Megan Terry, para el Ituch; y "Antígonas" de Sófocles para la Compañía de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica. Profesor invitado en dicha Escuela de Teatro.
Gana el Primer Premio en el "Primer Festival de la Nueva Canción Chilena" con el tema "Plegaria a un Labrador". Viaja a Helsinki invitado a cantar en un Mitin Mundial de Jóvenes por Vietnam que se realiza en la capital de Finlandia. El sello Dicap edita su Lp "Pongo en tus Manos Abiertas".
1970: Es invitado a la Conversación Internacional de Teatro, en Berlín. Participa en el Primer Congreso de Teatro Latinoamericano de Buenos Aires. Renuncia al Instituto de Teatro de la Universidad de Chile para realizar recitales por todo el país, en el ámbito de la campaña electoral de la Unidad Popular. Emi-Odeón edita un nuevo Lp suyo: "Canto Libre".

Es Embajador Cultural del Gobierno de la Unidad Popular.

En el año 1971 trabaja intensamente con el compositor Celso Garrido Lecca en la música para el ballet "Los Siete Estados", de Patricio Bunster, para el Ballet Nacional. Ingresa, junto a Isabel Parra e Inti-Illimani, al Departamento de Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado. En calidad de Embajador Cultural del Gobierno de la Unidad Popular, realiza una gira de recitales y programas de televisión por México, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Perú y Argentina. Es editado, por el sello Dicap, su Lp "El Derecho de Vivir en Paz". Obtiene el premio "Laurel de Oro" como el mejor compositor del año.

En los años 1972 y 1973, compone la música de continuidad para Televisión Nacional de Chile.

Durante 1972: investiga y recopila testimonios en la población "Hermida de La Victoria" los que forman parte de su Lp "La Población" para el sello Dicap. Realiza una gira musical por la Unión Soviética y Cuba. Es invitado al Congreso de Música Latinoamericana organizado por "La Casa de las Américas", en La Habana. Dirige el homenaje a Pablo Neruda, en el Estadio Nacional, al regreso del poeta a Chile, luego de recibir el Premio Nobel.

Es invitado por los campesinos de Ranquil para crear una obra musical acerca del lugar. Se incorpora a los trabajos voluntarios con ocasión de la huelga de los camioneros que busca paralizar al país.

En 1973: participa en la campaña electoral parlamentaria, realizando conciertos en favor de los candidatos de la Unidad Popular. Dirige y participa como cantante en un ciclo de programas de televisión en contra de la Guerra Civil y Fascismo, acogiendo el llamado hecho, en ese sentido, por Pablo Neruda.

Realiza un gira de conciertos en Perú, patrocinado por el Instituto Nacional de Cultura de Lima. Trabaja en la grabación de sus últimas composiciones para 2 Lps que no alcanzaron a ser editados. Graba el Lp "Canto por Travesura", recopilación del folklore picaresco de Chile, que no alcanzó a salir a la venta.
11 de Septiembre de 1973: Víctor se dirige a la Universidad Técnica del Estado, su lugar de trabajo, donde cantaría en la inauguración de una exposición, desde la cual se dirigiría al país el Presidente Allende. Los militares rodean el recinto universitario ingresando a él el día siguiente, tomando detenidos a todos los profesores y alumnos que se encontraban en su interior.
Víctor Jara es llevado al Estadio Chile y torturado.
Muere acribillado el 16 de Septiembre, pocos días antes de cumplir 41 años.
Su cuerpo es encontrado en la morgue como NN.

Muerte de Víctor Jara

Canto inconcluso

El último poema

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miércoles, noviembre 01, 2006

OFRENDA A MIS AMIGOS MUERTOS

Los muertos célebres no necesitan que alguien se acuerde de ellos el Día de Muertos. Sus obras nos remiten siempre a sus nombres, y si no nos acordamos de ellos, algunas calles, escuelas, libros, colecciones y hasta premios aseguran su pervivencia en la memoria colectiva. Estos muertos pueden descansar tranquilos. No importa cuánto hayan padecido, sus legados garantizan esa huella fosilizada de su paso por la existencia. ¿Pero qué hay de aquellos cuyas vidas no fueron tocadas por los destellos de la genialidad? ¿Esos quienes dedicaron todo esfuerzo a la supervivencia y cuyas obras no son otras sino el fruto de su trabajo y la crianza de los hijos? ¿En cuál libro quedarán registrados sus nombres? ¿Quién escribirá sus biografías, contará sus amores, su empecinada lucha por mantenerse incólumes ante los azares de la vida? ¿Y a los desamparados, recordarás tú sus rasgos cuando un mañana fría alguien recoja sus cuerpos en la calle? ¿Al borracho de la acera de enfrente, al limpiavidrios del crucero donde pasas todos los días, al barrendero?

A todos ellos dedico yo este pequeño texto en este Día de los Muertos. A todos de quienes pocos tendrán una imagen en el rincón de los imprecisos recuerdos. Lo dedico a Chacha, por ejemplo. Así le decíamos. Chacha trabajaba de noche en El Chapulín Colorado y por la mañana en la fábrica. A veces había dormido sólo un par de horas y llegaba con las pestañas postizas torcidas en los ojos y el maquillaje de la noche anterior embarrado en su cara marcada de ojeras. Con todo y el cansancio y la resaca, Chacha se traía la fiesta del Chapulín a la línea de producción, donde era supervisora. Siempre me pregunté cómo era capaz de aguantar con los zapatos de tacón alto puestos tantas horas. Tenía la manía de agarrarles el trasero a los muchachos que pasaban a dejar material a los operadores, o a los ingenieros que se acercaban a arreglar algún problema. Luego soltaba unas risotadas cuando se les ponía la cara coloradota de la vergüenza. Los demás nos reíamos también entonces por el atrevimiento. Su estilo para motivar a los empleados era peculiar, pero siempre alegre y dicharachera, como si trajera en las venas la música de la rockola.

— ¡Órale cabrones, chínguenle, no se hagan pendejos! Tenemos que hacer 100 baterías por hora para los gringos.

A pesar de ser de piel oscura, llevaba el pelo teñido de rubio y minifaldas que a su edad, ya no le iban bien. Cuando ya no pudo con los dos trabajos dejó la cantina, pero siguió usando las pestañas postizas de color negro azabache, el pelo güero y el maquillaje reglamentario del bar. Nos dejó su alegría y esa forma de ponerle buena cara a los problemas, su amistad. Por eso cuando después de muchos años enfermó de cáncer, sentimos pena porque se fuera tan así, tan trabajada, sin nada en las manos y con tanto sufrimiento. La última vez que fuimos verla al hospital, escuchamos sus gemidos dolorosos y entramos cuando se calmó. Quién sabe cómo despertó y nos dijo en su lenguaje acostumbrado cuando le hicimos una pregunta estúpida.

— ¿Cómo estás?

— Pos’ mírenme, ahora sí ya me llevó la chingada. Estaba teniendo un sueño tan bonito, ¿por qué me despertaron? Si estaba en un jardín lleno de flores, maravilloso. Yo no quería regresar aquí, quiero seguir durmiendo.

Ya no la volvimos a ver. Su amistad a toda prueba y desfachatez se quedó dentro de cada uno de los que compartimos muchos años de trabajo con ella.

Chacha no fue la única amiga de la maquila que nos dejó a lo largo de 25 años. También lo hizo José Manuel Martínez, mi jefe en el departamento de Calidad, quien fue asesinado de un tiro por un asaltante cuando se resistió. Anastasio, un joven amable, guapo y tierno que no tendría ni veinticinco años cuando murió de alguna enfermedad que no supimos. El señor Ortiz, nuestro contador a quien le dio un infarto en su oficina. Creímos que estaba dormido sobre el escritorio cuando lo descubrimos. También se fue Eduardo, quien además de tener el puesto de Ingeniero, daba clases en una preparatoria. En un fin de semana, llevó a algunos de sus estudiantes de viaje en su van a un poblado cercano, pero un accidente en la carretera le quitó la vida y dejó a sus estudiantes mal heridos. Simón, tal vez el más joven de todos, hacía dibujos a mano alzada para elaborar ayudas visuales, murió cuando sus riñones enfermos de plano se negaron a funcionar. Y mi querida hermana Dora, también supervisora en la misma fábrica, murió aquejada de un cáncer que se la llevó demasiado joven, demasiado pronto.

Descansen en paz mis muertos de la maquila.

La obra de arriba es "Dama en el Jardín" de Claude Monet (1867)

¿CUÁNTO LEEMOS LOS MEXICANOS?


Los resultados de la Encuesta Nacional de Lectura que fueron dados a conocer este 28 de Octubre en la Biblioteca Vasconcelos de la Ciudad de México, reflejan la realidad de la oscuridad cultural en la que vivimos los mexicanos. La encuesta, que se llevó a cabo en coordinación con la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) a solicitud de CONACULTA (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), es la más la amplia que se ha realizado en México. Consistió en aplicar 4,057 cuestionarios en viviendas a personas de 12 años o más, en 29 estados, 136 municipios y 6 regiones del país. Algunos de los datos que revelan el grave atraso en materia de lectura en el país son los siguientes:
Los mexicanos leemos sólo 2.9 libros en promedio al año. Esta cifra está muy por debajo de los 25 libros que la UNESCO recomienda leer al año y resulta muy inferior cuando la comparamos con los 47 libros que leen Japón, Noruega, Finlandia y Canadá. Los libros leídos incluyen libros de texto, revistas e historietas.
De los encuestados, un tercio de ellos no lee ni siquiera un libro al año, otro tercio lee de 1 a 2 libros al año, un cuarto lee entre 3 a 4 libros al año, y el 4.2 % restante lee 10 libros o más anualmente.
Entre quienes leen, el 29.4% lo hacen menos de 2 horas a la semana; el 21.3% de 3 a 5 horas semanalmente, y el 16% más de 6 horas a la semana.
Las tres primeras razones aludidas para no leer fueron: por falta de tiempo (69.9%), porque no le gusta (30.4%) y porque prefieren realizar otras actividades recreativas (19.1%).
Los libros más leídos por los encuestados son la Biblia, que es leída por personas mayores de 55 años; Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez; El Principito de Antoine Saint Exupéry; El Código Da Vinci de Dan Brown; Un Grito Desesperado de Cuauhtémoc Sánchez y Harry Potter de JK Rowling.
Innecesario decir que las estadísticas reflejan una relación directa entre la pobreza y quienes no leen.

Los datos de la encuesta son más que elocuentes. En vez de aburrirlos con la obviedad de mis comentarios, incluyo este fragmento del escritor español Mariano José de Larra (1809-1837) uno de los escritores más importantes del siglo XIX. En la Carta a Andrés, realiza una reflexión sobre el mundo cultural y del libro de la época. Como comprueba en la encuesta, unos cuantos años después, algunas cosas no han cambiado demasiado. Puedes leer el artículo completo en el Blog El Documentalista Enredado.

Carta a Andrés (Fragmento)

"Más te dijera, Andrés, en el particular, si más voluntad tuviese yo de meterme en mayores honduras; empero sólo me limitaré a decir para concluir que no sabemos lo que tenemos con nuestra feliz ignorancia, porque el vano deseo de saber induce a los hombres a la soberbia, que es uno de los siete pecados mortales, por el plano resbaladizo de nuestro amor propio; de este feo pecado nació, como sabes, en otros tiempos la ruina de Babel, con el castigo de los hombres y la confusión de las lenguas, y la caída asimismo de aquellos fieros titanes, gigantazos descomunales, que por igual soberbia escalaron también el cielo, sea esto dicho para confundir la Historia Sagrada con la profana, que es otra ventaja de que gozamos los ignorantes, que todo lo hacemos igual."

"De que podrás inferir, Andrés, cuán dañoso es el saber, y qué verdad es todo cuanto arriba te llevo dicho acerca de las ventajas que en esta como en otras cosas a los demás hombres llevamos los batuecos, y cuánto debe regocijarnos la proposición cierta de que:

«En este país no se lee porque no se escribe, y no se escribe porque no se lee»;

que quiere decir en conclusión que aquí ni se lee ni se escribe; y cuánto tenemos por fin que agradecer al cielo, que por tan raro y desusado camino nos guía a nuestro bien y eterno descanso, el cual deseo para todos los habitantes de este incultísimo país de las Batuecas, en que tuvimos la dicha de nacer, donde tenemos la gloria de vivir, y en el cual tendremos la paciencia de morir. Adiós, Andrés."

Tu amigo, el Bachiller.

El Pobrecito Hablador, 11 de septiembre de 1832.