miércoles, septiembre 21, 2005

EL DÍA QUE SE ACABARON LAS SILLAS


Un repentino incremento en la producción forzó a la empresa – que tenía cerca de 700 empleados - a contratar personal en tiempo récord. Cuando menos se dieron cuenta, una mañana había cerca de cincuenta trabajadores nuevos sin silla, o sea de pie, sin trabajar, porque no había dónde sentarlos. En la junta de producción de esa mañana fue el primer tema a tratar. El encargado de las Compras culpaba al de Recursos Humanos y éste, al de Producción por no haber previsto una necesidad tan evidente. El de Producción blasfemaba contra el de Mantenimiento por no ponerlo al tanto de que el inventario de sillas incluía las que requerían reparación y éste, a su vez se quejaba de que no había refacciones originales. El Director estaba que reventaba, pues habían prometido embarques mayores de producto a partir de ese día. Conseguir nuevas sillas podía demorar varios días y la gente ya estaba contratada, además las líneas de producción estaban diseñadas para trabajadores sentados.

Mientras tanto, en las áreas de producción los supervisores, desesperados por el impacto que manos disponibles sin hacer nada tendrían en la eficiencia, quitaron todas las sillas que encontraron a los ingenieros y trabajadores de oficina para poner los nuevos operadores a trabajar, pero a pesar de las protestas y refunfuños, no fueron suficientes. Luego se despojó a los gerentes, pues era urgente que esa mano de obra empezara a producir. Al final sólo hacía falta una y ya no había a quién quitársela excepto al Gerente de Manufactura quien se presentaría tarde ese día. Alguien se atrevió a entrar a hurtadillas en su oficina y tomó la silla que era la más elegante y bonita de todas y la llevó al último trabajador sin silla. Solucionado el problema temporalmente, los demás se pusieron a hacer lo necesario para conseguir sillas prestadas de otra empresa mientras se compraban las nuevas.

Cuando llegó el Gerente de Manufactura se violentó tanto porque tomaron su silla que fue personalmente a arrebatársela al trabajador que se quedó pasmado ante la situación. Como si fuera la silla intocable de un trono!

lunes, septiembre 19, 2005

DATOS DE LA INDUSTRIA MAQUILADORA

Me permito compartir los datos sobre la industria maquiladora de exportación publicados en CFOmaquiladoras.org

Los datos siguientes son una elaboración propia de CFOmaquiladoras.org con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). El Instituto publica estas estadísticas los últimos días de cada mes, y los datos son de 60 días antes. Se entiende que ese es el tiempo que INEGI toma para recopilar la información proveniente de una encuesta mensual que cada maquiladora esta requerida a llenar para INEGI. Los datos de los meses más recientes son preliminares y con frecuencia son posteriormente ajustados por el propio instituto.

Cifras al mes de: Abril 2005
Publicadas: Junio 29, 2005

Hay dos maneras distintas de llegar a las estadísticas de la industria maquiladora en el sitio de INEGI. Una picando aquí. La segunda permite ir tanto a los desagregados de las maquiladoras como regresar a la página principal de INEGI. Clica aquí mismo.

DOS TOTALES

El total de empresas maquiladoras en el país a fines de abril de 2005 era 2,820. Este número de fábricas emplean 1,164,050 empleados, de los cuales el 51% son hombres, y el 49% mujeres. Efectivamente, en México son más hombres que mujeres los que trabajan en maquiladoras.

DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO

Pero más mujeres que hombres están haciendo el trabajo más duro. Del total de obreros, el 54% son mujeres y el 46% hombres. Estos gozan de la ventaja de ser el 74% de los técnicos de producción, y el 64% de los empleados administrativos. En otras palabras, poco más de 5 de cada 10 personas en las líneas de producción son mujeres, pero sólo hay una mujer por cada 4 técnicos, y una por cada 3 administrativos. Las mujeres son menos de una tercera parte de todos los trabajadores técnicos y administrativos.

Este desequilibrio se amplifica cuando miramos el desagregado correspondiente a la mano de obra. Los obreros llegan a 919,925 que significa el 79% del total de empleados. Los técnicos representan el 13%, y los administrativos 8%.

La pérdida de posición de las mujeres obreras en las maquiladoras ha sido muy constante. En enero de 1990, fecha de las primeras estadísticas disponibles, las mujeres eran el 60.7% del total de obreros. En abril de 2005 son el 53.8%, o sea 7 puntos porcentuales menos en un lapso de 15 años.

domingo, septiembre 18, 2005

UN DIA EN LA VIDA DE TOÑITA


Suena el despertador y Toñita despierta con un sobresalto. A las tres de la mañana el sueño es profundo y sacarte de allí es como encontrarte en el fondo de un pozo oscuro y de pronto ser succionado hacia arriba con rapidez vertiginosa, tanta, que al despertar, el corazón late con la misma fuerza con la que fuiste jalado. Toñita cierra unos segundos los ojos, como para recuperarse de la impresión, pero los vuelve a abrir casi con pánico de volverse a quedar dormida, hay tanto qué hacer... Luego de levantarse se asoma por la ventana y comprueba que el paisaje es el mismo, oscuro y silencioso. Mientras su mirada recorre la calle se permite albergar una ilusión: algún día dormir hasta que los rayos del sol le lastimen los ojos, sin despertador, sin la preocupación de levantarse para ir a la maquila, recordar su último sueño de la noche desperezándose en la cama... Desde la tarde anterior y en cuanto llegó del trabajo, Toñita preparó los diferentes guisos y las tortillas de harina de trigo para los burritos que vendería en la maquila antes de que sonara el timbre de entrada, pero ahora había que preparar los sesenta burritos, diez de cada tipo: de chiles rellenos, de carne con chile colorado, de chile verde, de mole, de chicharrón y de huevo con frijoles.

Después de ducharse, con rapidez y destreza empieza la rutina de rellenar y doblar la tortilla para luego envolver cada burrito con papel encerado. Los acomoda en una hielera y termina de arreglarse para llegar a la maquila cuando menos media hora antes de las seis para venderlos a los hambrientos trabajadores que se arremolinan a su alrededor para comprar su desayuno. Engullen sus burritos en los pocos minutos que les quedan antes de la entrada con un par de buches de café. Los burritos de Toñita son populares por su buen sazón y el tamaño y calidad de sus tortillas y todos en la maquila intentan comprarlos antes de que se agoten, por eso cada día Toñita gana más de lo que la maquila le paga por cuarenta y cinco horas de trabajo. Si Recursos Humanos quisiera, la podrían despedir por realizar “negocios” en la empresa, pero al Gerente también le gustan mucho sus burritos y se hace de la vista gorda.

Cuando suena el timbre de entrada, Toñita guarda la hielera en la cajuela de su carro y corre al área de producción a donde está asignada. Alguno que otro trabajador hambriento todavía la busca esperanzado durante el turno ¿Le quedan burritos Toñita? ¿No le quedará cuando menos uno?

A la hora de salida, Toñita no puede darse el lujo de sentirse cansada o con sueño. Todavía le espera mucho trabajo en casa: la montaña de trastos sucios, cocinar los guisos, hacer las sesenta tortillas, dejar todo listo para el día siguiente, pero se anima, lanza un suspiro y esboza una sonrisa ilusionada al pensar que tal vez algún día pueda poner su puesto de burritos y podrá dejar la maquila, por lo pronto hay que juntar para la renta, los recibos, la gasolina, los uniformes de los niños, la mensualidad de la lavadora...

viernes, septiembre 16, 2005

SE NIEGA EL TRABAJO A EMBARAZADAS


El primer paso en la contratación de una trabajadora para la industria maquiladora aspirante a cualquier puesto en la organización es un examen médico para saber si está embarazada o no. La prueba consiste en una examen de orina además de un reconocimiento general del estado de salud. En ocasiones se incluye un examen antidoping que se realiza también en los hombres. Cualquier mujer que se encuentre embarazada es rechazada de inmediato contraviniendo las leyes internacionales sobre los derechos humanos de las mujeres. La discriminación de las mujeres debido a su estado reproductivo, sin embargo, es practicada por la totalidad de las empresas maquiladoras en Ciudad Juárez con la anuencia de las autoridades y es desconocido para muchas trabajadoras que es una violación a sus derechos. Las razones detrás de esta discriminación son bien conocidas: el Seguro Social carece de capacidad para ofrecer atención a todas las mujeres en estado reproductivo y las empresas prefieren no tener que lidiar con trabajadoras que requieren trato preferencial en los procesos de producción, además de los permisos o incapacidades por maternidad – las cuales son pagadas al 50% del salario - que resultan de su estado. Negar el trabajo a estas mujeres sin embargo, las cuales carecen de medios para contratar los servicios de un hospital privado, resulta luego en un problema de salud grave y en una carga no prevista para las instituciones de salud para gente de escasos recursos. Sin Seguro Social, es altamente improbable que haya un seguimiento médico durante el embarazo aumentando los riesgos de complicaciones para ambos la madre y su hijo. No existe una lógica razonable para esta práctica discriminatoria. Tampoco hay pasos afirmativos en las políticas de salud para prevenir (o interrumpir) los embarazos no deseados. México ha suscrito los tratados internacionales con respecto al respeto a los derechos de las mujeres, pero esto es solamente de palabra porque en los hechos, otra cosa es lo que sucede.

Es importante que diseminemos el conocimiento de los derechos de las mujeres y que denunciemos enérgicamente su violación.

La Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra las Mujeres hace recordar que la “discriminación contra las mujeres viola los principios de igualdad de derechos y el respeto a la dignidad humana, y obstaculiza la participación de las mujeres, en términos equitativos con los hombres, en la vida política, social, económica y cultural de las naciones, al tiempo que disminuye la prosperidad social y familiar y dificulta el total desarrollo del potencial que las mujeres tienen de servir a sus países y la humanidad…” Está Convención también ofrece estándares específicos relacionados con la igualdad de género en los ámbitos de la educación, empleo, cuidado médico, y otras áreas de la vida económica y social.
www.amnestyusa.org/women

jueves, septiembre 15, 2005

PEQUEÑA ENAMORADA


Un enano no es un discapacitado, pero su diferencia en altura con respecto al promedio de los demás, puede ocasionarles algunos inconvenientes. Por eso nos sorprendió el día que una enanita alegre y simpática fue contratada en la maquila. Era tan pequeñita que no alcanzaba a subir a las sillas que usábamos en las líneas de producción. Era inevitable observar su caminar a ese ritmo y cadencia extraños y hasta la manera que “escalaba” la silla para poder sentarse. Pero ya debía estar más que acostumbrada, pues en lugar de intimidarse, usaba el recurso de la diferencia para ser graciosa, desinhibida y hasta coqueta. Conocía de sobra que algunas de las sonrisas que despertaba a su paso eran de cierta socarronería no mal intencionada y la aprovechaba para desviar la atención al traserito rechoncho con los pantaloncitos bien entallados que movía cómicamente a un lado y otro por los pasillos. En todos los años que he trabajado nunca había visto un enano en la maquila hasta entonces, no porque no los haya sino porque las condiciones trabajo exigen muchas veces que los operadores estén de pie y tanto la altura de las mesas de trabajo como la maquinaria están diseñados para personas con estatura promedio. Aun las herramientas y escantillones están colocados a distancias ergonómicas para alcanzarlos con unos brazos de longitud estándar. Además, las maquilas no ofertan trabajos de manera consciente para personas con capacidades diferentes, lo que limita las oportunidades para muchas personas, pues temen ser rechazados una y otra vez.

Han pasado ya tantos años que he olvidado su nombre, el tiempo va haciendo ya estragos en la memoria y pronto mis recuerdos se parecerán a algunos de mis sueños recurrentes, donde todo está cubierto por el polvo del tiempo y la oscuridad de la muerte. Eso sí, tengo una viva imagen de su rostro moreno y maquillado como el de cualquier otra jovencita de 20. Usaba las cejas negras y delgadas y los labios del rojo más sinvergüenza que se podía encontrar y que funcionaban casi como una de esas lupas con las que jugó uno de niño para concentrar los rayos del sol en un punto con el que se podían quemar desde hormigas hasta papel. “Fíjense en mis labios, rojos y sensuales y no en mi cuerpo pequeño que provoca a risa” parecía decir. A veces también hacía todo lo posible por llamar la atención, su juventud la traicionaba y se carcajeaba a todo volumen, y gritaba y rebosaba desparpajo sin importarle un bledo los cuchicheos y las risillas.

Todo parecía transcurrir de manera normal a pesar de las dificultades a las que se enfrentaba cada día, desde montar a la silla hasta subir al autobús. Hasta que un día un circo llegó a la ciudad. Suelen permanecer hasta un mes, o acaso un poco más si el espectáculo logra buenas entradas semana a semana. No supimos qué pasó exactamente, sólo que nuestra enanita jacarandosa dejó de ir al trabajo cuando el circo se marchó de la ciudad. ¿Acaso no era tan feliz como creíamos y las continuas burlas socavaron su orgullo hasta decidir largarse? ¿Decidió que en la maquila sus oportunidades futuras estaban limitadas por su altura? ¿O como quise creer siempre: un amor a primera vista y de tú a tú, de igual a igual, ofuscó su corazón y decidió seguirlo, para amarle de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, después de cada función?